Lluvia de vincapervincas
© 1979: Manuel Corleto

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Lluvia de vincapervincas
Manuel Corleto

Teatronovela sicopática en Cinco Capítulos

PERSONAJES:
   ELLA
   ÉL
   YO

APARTAMENTO EN CONDOMINIO PROLETARIO





CAPÍTULO UNO:

Un candelabro con velas encendidas. Varios elementos escenográficos que sugieren una sala. La escena desierta un momento. Entra ÉL. Viene con una pala en la mano. La deja rápidamente en un rincón.

ÉL
Acabo de enterrar en un hoyo, detrás del rosal de rosas rojas y botones rosados, cerca del pinabete japonés  y del último brote de de grama importada —hoy sólo queda monte y mala hierba— un recuerdo. No sé por qué  doy tanta importancia a ese acto frío y largamente calculado. Tal vez siga siendo un sentimental incorregible y, en el fondo, llore por eso. No lo sé. El asunto es que acabo de enterrar un recuerdo en el jardín. Ya no importa.

        Entra ELLA. Lo mira un momento. Mira la pala en el rincón.

ELLA
¿Qué hacías en el jardín?

ÉL
Nada.

ELLA
Tienes las manos llenas de tierra.

ÉL
Voy a lavarme.

ELLA
¿Y después?

ÉL
Haré exactamente lo que hago cada noche desde hace exactamente cuatro años…

ELLA
(INTERRUMPE) …dos meses y nueve días. ¿Correcto?

ÉL
Y diez días.

ELLA
Apenas acaban de dar las doce.

ÉL
Dejó de ser ayer.

ELLA
Está bien. No discutamos por un minuto de más o de menos cuando…

ÉL
(SOBRE ELLA) …cuando hay cosas más importantes en la vida, que discutir por unos minutos de más o de menos.

ELLA
Sí.

ÉL
Sí.

ELLA
Tan importantes como hacer gárgaras en el baño, roncar como condenado toda la noche, doblar metódicamente la ropa al acostarte… Yo no quiero hacer el amor, y tú…

ÉL
Y tú.

ELLA
Te divierte el juego, ¿no es cierto?

ÉL
Me aburro.

ELLA
Por eso andabas en el jardín.

ÉL
Es domingo.

ELLA
Ayer fue domingo.

ÉL
¿De verdad te interesa?

ELLA
Antes miramos juntos las estrellas.

ÉL
¿Sí? No me acuerdo.

ELLA
Cuando un lucero fugaz cruzó allá arriba, los dos pedimos un deseo.

ÉL
¿Sí? Hace tanto tiempo de eso.

ELLA
Cuatro años con…

ÉL
Lo sé.

ELLA
(DESPUÉS DE UNA PAUSA) Con poco éramos felices.

ÉL
Me odias.

ELLA
No necesitábamos hablar para decir todo.

ÉL
¿Por qué no lo dices?

ELLA
Porque tienes las manos llenas de tierra. ¿Te miraste las uñas?

ÉL
(MIRÁNDOSELAS) Acabo de enterrar un recuerdo.

ELLA
(BURLONA) ¿Otro? Enterraste uno la semana pasada.

ÉL
Sí, supongo que sí.

ELLA
Anda a lavarte.

ÉL
Después.

ELLA
Y límpiate las uñas.

ÉL
Lo haré (PAUSA LARGA) Dilo.

ELLA
¿Qué?

ÉL
Lo que tienes en mente.

ELLA
Tengo en mente muchas cosas.

ÉL
Ir a escarbar en el jardín, ¿por ejemplo?

ELLA
(SONRÍE) Echaría a perder mi manicure.

ÉL
Es mejor que pasarte la noche en vela porque no sabes lo que acabo de enterrar, en un hoyo, allá atrás.

ELLA
Déjame adivinar. Una estrella fugaz… o la fórmula de un nuevo invento.

ÉL
O el retrato de tu madre.

ELLA
O el de la tuya… o el de las dos. ¿Tenemos alguna foto donde estén juntas?

ÉL
Bien sabes que no.

ELLA
Claro… No te lo dije antes, porque cuando sonó el timbre del teléfono estabas en el jardín escarbando.

ÉL
¿Decirme qué?

ELLA
Que llamó el tío Roberto.

ÉL
¿Otra vez?

ELLA
Una sola.

ÉL
Digo que empiezas de nuevo.

ELLA
¿No me crees?

ÉL
(MIRÁNDOLA EN SILENCIO) Está bien. ¿Por qué no me avisaste?

ELLA
Hubieras dejado hecho un asco el teléfono.

ÉL
Supongo que no era importante.

ELLA
Era.

ÉL
¿Sí

ELLA
Dijo algo sobre una carta.

ÉL
(RÍE) ¿Carta?

ELLA
Pero me dije nadie nos escribe. Además, andabas fuera. Si yo no hubiera estado aquí…

ÉL
Aquí estabas.

ELLA
Iba a salir.

ÉL
No lo hiciste.

ELLA
Si escuchaste el teléfono, ¿por qué…?

ÉL
No lo oí. Está cortado desde la semana pasada.

ELLA
Estuvo. Estaba.

ÉL
¿Tratas de confundirme?

ELLA
Levántalo.

ÉL
(YENDO HACIA EL TELÉFONO. MIRA SUS MANOS) Te creo. Debiste pegarme un grito.

ELLA
¿Y despertar a los niños?

ÉL
No hubiera sido necesario. Con decir teléfono, todo arreglado.

ELLA
Si no escuchaste el timbre tampoco me hubieras oído.

ÉL
No estés tan segura.

ELLA
Has cambiado.

ÉL
Es posible.

ELLA
Lo digo en serio.

ÉL
Y yo te digo en serio que es posible.

ELLA
Antes mirábamos la luna.

ÉL
Voy a lavarme.

ÉL sale. Pausa. ELLA va al rincón y toma la pala. Sale rápida hacia el jardín.

ÉL
(DESDE ADENTRO) ¿También cortaron el agua, cariño?

Pausa. Entra ÉL y mira. Va hacia el rincón. Sonríe. Va a la puerta y observa. Suena el timbre del teléfono. Va hacia él y levanta. Mientras se limpia las manos sostiene el auricular con la barbilla y el hombro.

ÉL
¿Aló? ¿Aló? ¿Aló? Uno, dos, tres, probando…

Pausa. Cuelga. Va hacia la puerta. Observa. Camina rápido y se sienta. Toma el periódico y pretende leer. ELLA entra y va directamente al rincón y deja la pala. Lo mira. ÉL habla sin quitar la vista del periódico.

ÉL
Sonó el teléfono.

ELLA
No está.

ÉL
Dije aló tres veces.

ELLA
Me engañaste.

ÉL
Después el clic. Colgaron sin decir palabra.

ELLA
¿Qué enterraste en el jardín?

ÉL
(MIRÁNDOLA) Lo sabía. Sabía que no ibas a aguantarte.

ELLA
(ACERCÁNDOSE) ¿Por qué me haces eso? Eres cruel.

ÉL
¿Leíste el periódico? (LEE RÁPIDAMENTE DOS O TRES NOTICIAS) ¿Qué te parece?

ELLA
Busqué detrás del rosal.

ÉL
Te ensuciaste las manos.

ELLA
Qué tonta. Olvidé ponerme los guantes.

ÉL
Ven. (SEÑALA UN LUGAR EN EL SILLÓN, A SU LADO) Siéntate. Leamos juntos la sección deportiva.

ELLA
Se me quebraron dos uñas.

ÉL
Hay cosas más interesantes que un par de uñas fracturadas. Ven. Veamos si tienen arreglo.

ELLA se sienta. Le muestra las manos. ÉL mueve la cabeza negativamente.

ÉL
¿Vas a aprender algún día?

        ELLA suspira. Dice que no con un gesto. Los dos ríen.

YO
(ENTRANDO) Hola. (LOS MIRA) ¿Qué hacen?

ÉL
Contamos las estrellas.

ELLA
Como antes.

YO
¿Un nuevo juego? (SE ACERCA) Estuve llamando.

ÉL
Cortaron el teléfono, la luz, el agua. Suspendieron la entrega de leche y pan… Ni siquiera nos traen el periódico.

ELLA
Mira nuestras manos.

ÉL
Si tan sólo lloviera.

YO se encoge de hombros y toma una regadera. Va a la ventana y se pone a regar las flores.

YO
La sequía está matando a mis vincapervincas.

ÉL y ELLA apagan con un soplido las velas. Oscuridad. Silencio. Una
estrella fugaz cruza el firmamento. YO canta alguna canción triste.

TELÓN





CAPÍTULO DOS:

La mañana siguiente. Mucha luz. YO estará regando sus flores en el balcón. Después de un momento, entra ELLA.

ELLA
Acaba de llegar el correo.

YO
Hoy no es martes.

ELLA
Vino, de cualquier manera.

YO
(SONRÍE) Sé que no es asunto mío, pero…

ELLA
No es asunto tuyo.

YO
Están llegando demasiado lejos.

ELLA
Sigue con tus flores y no te metas en lo que no te importa.

        Entra ÉL. Se despereza y bosteza. ELLA se le acerca.

ELLA
Vino el correo.

ÉL
Hoy no es martes.

        YO ríe quedito.

ELLA
De cualquier manera vino.

ÉL
¿Hubo carta o no?

ELLA
(MOSTRÁNDOLA) Certificada y entrega inmediata.

ÉL
(RECELOSO) ¿A quién está dirigida?

ELLA
Voy a ponerme los lentes.

ÉL
Los tienes puestos.

ELLA
Son los que me sirven para mirar de lejos.

ÉL
Yo tengo los bifocales. Déjame ver.

ELLA
¿Esperas alguna noticia en especial?

ÉL
Ninguna.

ELLA
¿Recuerdas la llamada… cuando estabas en el jardín, enterando un recuerdo, ayer?

ÉL
Empiezas…

YO
Te lo dije.

ELLA
Tú cállate.

YO
Hay sequía. Y cuando el calor es fuerte…

ELLA
(SUBE LA VOZ) Date prisa.

YO
(FINALIZANDO) …nada sobrevive.

ELLA
¿La abres tú o lo hago yo?

ÉL
Espera. (LEE CON LA VISTA EL SOBRE) No conozco al remitente.

ELLA
Tienes mala memoria.

ÉL
Nunca olvido un nombre. Un rostro.

ELLA
Tienes desabotonada la bragueta.

YO
(MUERTO DE LA RISA) Las vincapervincas se están muriendo.

ÉL
(DESPUÉS DE UNA PAUSA) Eso no fue cortés.

ELLA
Es la verdad.

ÉL
No tiene importancia.

ELLA
Pero la tienes desabotonada.

ÉL
Si de veras te preocupa, hazlo tú.

ELLA
¿El qué…? ¿Abotonarla?

ÉL
Abrir la carta, hombre.

ELLA
Eso no fue gracioso.

ÉL
Esto sí lo es.

ELLA
¿Qué cosa?

ÉL
Mi apellido no se escribe con  doble ele.

ELLA
¿Quién dice que no?

ÉL
Yo lo digo porque yo lo sé.

ELLA
Pero nadie tiene la obligación de saber si tu apellido se escribe con doble ele o ye.

ÉL
Es el tuyo también. Deberías saberlo.

ELLA
Yo lo sé. Pero el que escribió la carta pudo equivocarse. Es completamente normal que pasen esas cosas.

ÉL
Puede tratarse de un homónimo con doble ele.

ELLA
No hay un alma viviente kilómetros a la redonda. Esto es un  desierto.

YO
Y no llueve.

ELLA
Abotónate la bragueta y abre el sobre.

ÉL
En ese orden… ¿o puedo invertir la acción?

ELLA trata de ignorarlo. YO se acerca y le dice algo al oído. ÉL mete la mano en su bolsillo y saca unas llaves, entregándoselas. YO, sin más, sale rápido.

ÉL
¿Por qué la prisa?

ELLA
Tú preguntaste por el correo.

ÉL
Dijiste que había llegado el correo. Yo pregunté por la carta.

ELLA
Es lo mismo.

ÉL
No es lo mismo.

ELLA
¿Por qué no quieres abrirla?

ÉL
Porque… (LA MIRA. PAUSA) No conozco al remitente y puede muy bien no tratarse de mi nombre. La duda es razonable.

ELLA
Absurda.

ÉL
Es contra la ley abrir correspondencia ajena.

ELLA
¿Aquí?

ÉL
También hay justicia.

ELLA
Se ahoga en las tormentas de arena, como todo.

ÉL
¿Un reproche?

ELLA
¿Te lo parece?

ÉL
Mjú.

ELLA
Mjú no es respuesta.

ÉL
¡Mjú quiere decir que sí!

ELLA
No grites que vas a despertar a los niños.

ÉL
(BAJANDO LA VOZ) Está bien.

ELLA
¿Te lo parece?

ÉL
¿Qué cosa?

ELLA
¿Que si de veras te pareció un reproche? (ÉL SE ENCOGE DE HOMBROS) No serviría de mucho. (ÉL HACE UN GESTO NEGATIVO) ¿Ves…? Como todo en esta casa. (LE ARREBATA LA CARTA) Voy a abrirla.

ÉL
Hazlo si te causa placer.

ELLA
(SACA LA CARTA) Apuesto a que no las tienes todas contigo.

ÉL
Te tiembla el pulso. Hace un momento tragaste saliva.

ELLA
Tengo sed.

ÉL
O miedo.

ELLA
¿Miedo a qué?

ÉL
Tal vez al contenido de la carta.

ELLA
No es la primera vez que…

ÉL
Nadie nos escribe.

ELLA
Ahora…

ÉL
Sabes que puede tratarse de una equivocación.

ELLA
No es posible.

ÉL
¿Por qué te sudan las manos?

ELLA
Los nervios. Tú lo sabes.

ÉL
No hay razón.

ELLA
Hay millones.

ÉL
¿Tanto así?

ELLA
No ha sido fácil.

ÉL
Estás aquí. Es tu voluntad.

ELLA
Creí.

ÉL
¿Te engañé?

ELLA
Cualquiera puede equivocarse.

ÉL
Como tú ahora con la carta. Todavía estamos a tiempo. Devuélvela al sobre y olvidémonos de ella.

ELLA
¿Y si se tratara de algo…? Quiero decir, de algo realmente importante. Tal vez podríamos… No sé. Después de todo, la dirección es correcta. Nadie resultará herido.

ÉL
Sabemos demasiado bien lo que nos pasa. ¿Por qué insistir?

ELLA
Porque no estamos solos. Tenemos un hogar. Una familia.

ÉL
Sí Supongo que tienes razón.

ELLA
¿Lo crees?

ÉL
Dije supongo.

ELLA
Y yo pregunté si efectivamente lo crees.

ÉL
Creo que me abotonaré la bragueta. (LO HACE)

        Entra YO y devuelve las llaves a ÉL.

YO
Aproveché para darme un baño.

        Sin esperar comentario va directamente a sus flores. Las riega.

ELLA
(SONRÍE) Ha llegado la hora de la verdad. (DESDOBLA LA CARTA) ¿No? (LEE CON LA VISTA) Dice que nos saluda y nos desea mucho bienestar en unión de los niños.

ÉL
¿Quién lo dice?

ELLA
El tío Roberto.

ÉL
Déjame ver. (TOMA LA CARTA Y LEE CON LA VISTA) Increíble.

ELLA
Y como para morirse de la felicidad… si fuera cierto. (LOS DOS SE MIRAN FIJAMENTE UN INSTANTE) Es cierto, ¿verdad?

ÉL
(ASPIRA PROFUNDAMENTE. S0NRÍE) Es cierto. Veamos lo que dice el tío Roberto.

YO
(RÍE) No cabe ninguna duda. Las vincapervincas se están muriendo de sed.

        Todos quedan inmóviles.

        TELÓN





CAPÍTULO TRES:
    
        Los tres en una posición parecida al final anterior.

ÉL
(FINALIZANDO LA LECTURA) “Quien los quiere, el tío Roberto”.

        Quedan pensativos. ELLA toma la carta y relee con la vista. Pausa.

ELLA
No me esperaba algo así.

ÉL
¿No?

ELLA
¿Quiere decir que…?

ÉL
Que tendré que ir de inmediato. Ni pienses en que pueda llevarte… llevarlos, es un largo e incómodo viaje.

ELLA
Hace mucho que no salimos.

ÉL
Tienes razón. Haré los arreglos necesarios. En primer lugar tendremos que mudarnos.

ELLA
No veo por qué.

ÉL
Aquí no hay lugar para el piano de cola.

ELLA
¿Quién necesita un piano de cola?

ÉL
Y redecoraremos el apartamento.

ELLA
Pero…

        YO se acerca rápido, colocándose entre los dos.

YO
Préstame la llave.

ÉL
(A ELLA) No vamos a discutir por todo en la vida. (A YO) Te la acabo de dar.

ELLA
No trates de irte sobre la razón.

YO
Te la devolví.

ÉL
¿O prefieres seguir viviendo en este chiquero? (A YO) ¿Seguro que me la diste?

ELLA
Es nuestro hogar.

YO
Seguro.

ÉL
Está bien. (BUSCA EN SUS BOLSILLOS. SACA LAS LLAVES) Que sea la última vez.

        YO toma las llaves y sale rápido.

ÉL
Decía que aquí no cabrá el piano de cola. Nunca he visto uno de cerca. Vertical, sí, y con candelabros y labrado… Pero, de cola,  nunca.

ELLA
Debe medir más de cinco metros.

ÉL
No exageres.

ELLA
Es largo, larguísimo.

ÉL
No tanto.

ELLA
Practicaré mientras los niños estén en la escuela.

        Pausa. Los dos silenciosos largo rato.

ELLA
Hace calor. Un diluvio es lo que necesitamos.

ÉL
No lo creo.

ELLA
La sequía es tremenda.

ÉL
Digo que no a lo de la herencia. Está bien para el cine, pero…

ELLA
Lo había olvidado.

ÉL
¿Cómo puedes olvidar algo semejante?

ELLA
Tal vez sería mejor... No sé cómo decirlo.

ÉL
¿Qué ignoremos la carta?

ELLA
Sí Y todo lo demás.

ÉL
Si ignoramos la carta y todo lo demás, ¿qué nos queda?

ELLA
Nosotros.

        Entra YO y va directamente a devolver las llaves.

YO
Gracias.

ÉL
Sí, sí.

        YO vuelve a su regadera y flores. Pausa larga.

ELLA
Eres cruel.

ÉL
¿Por qué? El tío Roberto da instrucciones precisas para que me presente con los abogados. No. No sería justo hacerlos esperar.

ELLA
Si nos llevas, prometo que nos quedaremos en el hotel y no saldremos a ninguna parte.

ÉL
No es por eso.

ELLA
O, si lo prefieres, podríamos ir a casa de mi mamá.

ÉL
Ni lo sueñes. ¿Para que tus familiares caigan como buitres sobre mí cuando se enteren?

ELLA
¿Quiénes te ayudaron cuando estuviste enfermo, sin trabajo?

ÉL
Querían sacarme los ojos… Y ahora lo lograrían. Olvídalo. Iré solo.

ELLA
Soy tu esposa.

ÉL
Seguirás siéndolo aunque vaya solo.

ELLA
¿Estás tan seguro?

YO
Necesito agua… Más agua. Las vincapervincas se están muriendo.

ÉL
Estoy cansado. Prepararé la maleta.

ELLA
Si quieres…

ÉL
Sé exactamente lo que debo llevar.

ELLA
Como prefieras.

ÉL sale lento y con paso cansado. ELLA va hacia la ventana y mira las flores.

ELLA
¿Qué vamos a hacer?

YO
Dejarlas morir. No tiene remedio.

ELLA
Debe haber... existir alguna manera de…

YO
Agua. Tal vez cavando un hoyo en el jardín.

ELLA
¡No!

YO
Detrás del rosal de rosas rojas.

ELLA
Sería un crimen.

YO
Entonces, es cuestión de elegir entre la rosa y la vincapervinca.

ELLA
No puedo.

YO
Podrás, cuando el momento llegue.

        YO deja la regadera y va al rincón. Toma la pala.

ELLA
¿Qué vas a hacer?

YO
Yo también tengo un recuerdo. Voy a enterrarlo.

Sale rápido. ELLA se sienta sin fuerzas. Después de una pausa, ÉL entra. Trae una maleta en la mano.

ELLA
No olvides las píldoras, la foto de los niños y un par de corbatas.

ÉL
No olvido nada.

ELLA
¿Escribirás?

ÉL
Sólo se trata de un par de días… (TRANS.) Está bien. Mandaré una postal.

ELLA
Te echaremos de menos.

ÉL
También los extrañaré. No te preocupes. Cuando vuelva, todo será diferente.

ELLA
Podrías hospedarte en la casa de mi…

ÉL
La respuesta es no. Ya hablamos de eso.

ELLA
Es tu familia también.

ÉL
Política. No hagas más difíciles las cosas.

ELLA
Tienes razón.

        Ninguno de los dos se mueve.

ELLA
¿Qué esperas?

ÉL
Un milagro, tal vez.

ELLA
Acaba de producirse.

ÉL
(RÍE) Se produce cada martes.

ELLA
Esta es una carta diferente.

ÉL
Es tan sólo papel. Blanco y negro.

ELLA
Vas a perder el autobús.

        Se escuchan ruidos afuera.

ÉL
¿Qué es eso?

ELLA
Alguien entierra algo allá afuera.

        ÉL deja la maleta. Va hacia el teléfono.

ELLA
Está cortado. ¿Lo olvidaste?

      ELLA ríe. Toma la maleta y se la da.

ÉL
Está bien. Tú ganas.

ELLA
(RÍE MÁS DIVERTIDA. CASI EN UN ATAQUE) Es lo más chistoso que me ha pasado en la vida… Con doble ele o sin doble ele… El tío Roberto… ¡Y ni siquiera cae una gota de lluvia!

        Se escucharán golpes afuera todavía.

        TELÓN




CAPÍTULO CUATRO:

Los dos igual que al final del capítulo anterior. Ya no se escuchan los golpes de afuera.

ÉL
No. No hay maldad. Tal vez mucho ganas de joder.

ELLA
Empiezas.

ÉL
Y termino. Joder.

ELLA
Debo reconocer que tienes cada palabra.

ÉL
Mierda.

ELLA
Muy bien.

ÉL
Desagüe. Cloaca. Heces. Miasmas. Caca. Meados.

        ELLA toma las llaves y sale rápidamente.

ÉL
¿A dónde vas?

ELLA
(ASOMÁNDOSE) Al baño. (DESAPARECE)

        Pausa. ÉL camina por la habitación. Se detiene. Escucha.

ÉL
¡No vayas a limpiarte con la carta!

Pausa. Después de un momento ELLA regresa. Le entrega las llaves y lo mira sonriente.

ELLA
La habías olvidado.

ÉL
No.

ELLA
Reconócelo.

ÉL
Te digo que no.

ELLA
Perdiste el autobús.

ÉL
Habrá tiempo mañana.

ELLA
Perdiste la carta. Estoy segura.

ÉL
Te juro que si te limpiaste con ella…

ELLA
Sólo oriné. ¿Dónde está la carta?

ÉL
No sé. Tú la tenías.

ELLA
Seguro que la guardaste en la maleta.

ÉL
No. Se quedó sobre la mesa.

ELLA
Eso fue antes.

ÉL
¿Dónde la pusiste?

ELLA
La última vez que la vi estaba sobre la mesa.

ÉL
Es lo que yo dije.

ELLA
Y es lo que yo digo.

ÉL
No es posible. Una carta no desaparece así como así.

ELLA
De acuerdo. Tratemos de hacer memoria. Yo estaba aquí… No. Estaba en el sofá y tú leías la carta.

ÉL
Tú leías y comentamos sobre el piano de cola.

ELLA
No. Eso fue antes.

ÉL
Eso fue después.

ELLA
Está bien. Entonces, terminé de leerla...

ÉL
Fui yo. Leí “con todo cariño del tío Roberto”.

ELLA
Sí, pero yo leí después con la vista. (PAUSA) Estoy segura de que no la tenía en la mano cuando…

ÉL
(DESPUÉS DE UNA PEQUEÑA PAUSA) ¿Cuando qué?

ELLA
Nada. Pensaba en voz alta.

ÉL
¿Y cuando fuiste al baño?

ELLA
Ya te dije que solo oriné.

ÉL
Te pregunto si la llevabas.

ELLA
No. Eso fue mucho después.

ÉL
Tampoco te pregunto cuando.

ELLA
No la llevaba. Seguro.

ÉL
Es una respuesta.

ELLA
Respuesta y todo, ¿en dónde está la carta?

ÉL
No sé. Tú deberías…

ELLA
No lo sé.

        Pausa larga y pesada.

ÉL
¿Oíste?

ELLA
No. ¿Qué fue?

ÉL
Me pareció oír un trueno.

ELLA
¿En serio?

ÉL
Sí. Escucha. (LOS DOS ESCUCHAN ATENTOS)

ELLA
No oigo nada.

ÉL
Fue un trueno.

ELLA
¿Otro?

ÉL
No. El primero.

ELLA
Te digo que no lo escuché.

ÉL
Pero yo sí.

ELLA
Debe ser tu imaginación.

ÉL
¿Por qué?

ELLA
No es época.

ÉL
Hace siglos que no llueve.

ELLA
(DESPUÉS DE UNA PEQUEÑA PAUSA) ¡Lo oí!

ÉL
¿Un trueno?

ELLA
Sí. Un trueno.

ÉL
¿Otro trueno o el trueno que escuché yo?

ELLA
Otro. Tiene que ser otro.

ÉL
¿Ves?

ELLA
Sí. Va a llover. Va a llover.

En ese momento entra YO. Los dos se miran, mientras YO se dirige al rincón y deja la pala.

        TELÓN





CAPÍTULO CINCO:
        
Es de noche. Las velas encendidas y los tres miran por la ventana. Sonido de lluvia.

ELLA
¡Llueve!

ÉL
Parece imposible, pero llueve.

YO
(A SUS FLORES) Llueve, vincapervincas… ¡Llueve!

ÉL
(VA HASTA EL SOFÁ Y SE SIENTA) ¿Y ahora?

ELLA
(ACERCÁNDOSE) ¿Qué haremos?

ÉL
Tienes alguna idea, supongo.

ELLA
Supones mal.

ÉL
Yo sí.

ELLA
Olvidarlo todo, por supuesto.

ÉL
(LA MIRA FIJAMENTE) No es tan fácil. (SE PONE DE PIE. VA HASTA EL RINCÓN Y TOMA LA PALA)

ELLA
Deja eso.

ÉL
No debiste empezarlo.

ELLA
Afuera llueve. Es todo lo que necesitamos. ¿Acaso no podemos ser como todo el mundo y tener ilusiones y esperanzas como todo el mundo y…

ÉL
¡Cállate!

ELLA
…y vivir en una casa como todo el mundo y amar…?

ÉL
(LA MIRA. SONRIENTE) ¿Amar como todo el mundo? (RÍE FRANCAMENTE)

ELLA
Como tú y yo, simplemente. No necesitamos más.

ÉL
¿Y la lluvia?

ELLA
Dejémosla caer. Que nos moje. Que nos cale hasta los tuétanos.

ÉL
Pudiste decir médula.

ELLA
Es más profundo.

ÉL
Más rebuscado.

ELLA
No me importa. Que nos cale hasta los tuétanos.

ÉL
Y que nos dé una pulmonía.

ELLA
Seguiríamos juntos.

ÉL
Dejémonos de babosadas. No hay nada que nos una.

ELLA
Los niños.

ÉL
No son míos.

ELLA
¿Qué insinúas?

ÉL
Afirmo. Digo. Aseguro.

ELLA
¿Por qué? Te seguí el juego.

ÉL
¿Lo sabías?

ELLA
Todo. ¿Te sorprende?

ÉL
Me decepciona.

ELLA
Vi cuando la ponías en el buzón allá afuera.

ÉL
¿Ah, sí?

ELLA
Conozco tu letra.

ÉL
Podría…

ELLA
Además, no tienes ningún tío Roberto.

ÉL
El hermano de mi papá.

ELLA
Tu papá no tiene hermanos.

ÉL
El tío Roberto…, precisamente. Hijo natural. Medio hermano, pero hermano al fin. ¿Qué tiene de extraño? (SE DIRIGE A YO) ¿Qué estabas haciendo con mi pala?

ELLA
Déjalo en paz.

ÉL
NO estoy hablando contigo.

YO
Está bien. No hay por qué preocuparse. Llueve. Todo renace. Vincapervincas. Rosales. Nadie va a resultar herido.

ÉL
No te habrás atrevido a… (TRANS.) Ahora me lo explico… (TONMA A YO DEL CUELLO) ¿Qué hiciste en el jardín?

ELLA
¿Qué importa ahora?

Después de una pausa tensa, le suelta el cuello y camina por la habitación nerviosamente.

ÉL
Lo sabía. Lo supe desde el principio, desde el momento en que pusiste los pies en esta casa. Tú y tus vincapervincas. Tú y tus juegos.

ELLA
Llueve, ¿te das cuenta?

ÉL
La deseabas tanto. Siempre esperando la lluvia. Hoy, por fin, está allí… ¿Y qué pasa? La misma lluvia te impide realizar lo que tanto deseas.

ELLA
No deseo nada.

ÉL
¿Está segura?

ELLA
Mjú. Quiere decir que sí. ¿Lo recuerdas?

ÉL
¿Te importa si voy al jardín? Tengo que enterrar un recuerdo.

ELLA se encoge de hombros. ÉL sale con la pala. Se escuchan truenos y vemos relampaguear. Pausa. ELLA se sienta pesadamente. YO se le acerca, tomándola por los hombros.

YO
Es el final.

ELLA
Mjú.

YO
Así que…

        ELLA se pone de pie. Gira y lo mira de frente.

ELLA
Lo sé. Buenas noches.

YO
Mjú.

ELLA
Calentaré las sábanas.

YO
Gracias.

        ELLA camina hasta la puerta interior. Se vuelve. Lo mira. Sonríe.

ELLA
No olvides lavarte las manos cuando termines.

YO asiente. ELLA sale. YO se arremanga la camisa y sale al jardín. Pausa. Lluvia y truenos suben de intensidad. Relámpagos. Después de un rato, entra YO. Viene empapado y con la pala en la mano. La deja en un rincón y mira sus manos.

YO
Acabo de enterrar en un hoyo, detrás del rosal de rosas rojas y botones rosados, cerca del pinabete japonés  y del último brote de de grama importada —hoy sólo queda monte y mala hierba— un recuerdo. No sé por qué  doy tanta importancia a ese acto frío y largamente calculado. Tal vez siga siendo un sentimental incorregible y, en el fondo, llore por eso. No lo sé. El asunto es que acabo de enterrar un recuerdo en el jardín. Ya no importa.

Saca de su bolsillo las llaves y las lanza sobre la mesa. Apaga de un soplido las velas. Un relámpago enceguecedor.

TELÓN