Algo más de treinta años después |
Cámara negra. El despacho presidencial de Pueblo Grande. Mesa y sillones. Silla ornamentada con escudo de armas en el respaldo. Bandera tricolor en asta con base. Sobre la mesa, cinco sombreros e igual cantidad de levitas. En la silla, uniforme de general con botas, espuelas, banda tricolor, espada, condecoraciones y fusta. Un capuchón de moje en un rincón. Al iluminarse la escena, entra el GUÍA seguido por siete TURISTAS -dos mujeres y cinco hombres-, los cuales traen objetos diversos: cámaras fotográficas y de cine, lupas, folletos turísticos, mapas, maletas de viaje, etc. Se entretienen tomando notas, fotografías y observando los objetos de la estancia. |
Aquí, la luz quedará fija en su mayor intensidad. Un viejo reloj da cinco campanadas. El GENERAL se sienta y los SECRETARIOS se ponen de pie. Las MUJERES salen. |
El GENERAL vuelve a su silla. Hace una señal a su SECRETARIO PARTICULAR quien se prepara a escribir en un gran pliego con pluma de avestruz. |
Los cinco hombres se desploman sobre sus sillones. Quedan inmóviles. Se desvanece la luz azul, quedando la iluminación del principio. El viejo reloj da seis campanadas. Entran las MUJERES. Los SECRETARIOS dejan el sombrero sobre la mesa. |
Toman algunas fotografías. El GUÍA posa ante la sonrisa de todos. Anotan en sus libretas, etc. Una MUJER se acerca. |
Aquí la luz verde quedará fija en su mayor intensidad. El GUÍA y los tres hombres de levita -MERINO, POITOU y BASILISCO-, rodean la mesa que hace de panteón. Lo otros se colocarán cerca. |
SU ILUSTRÍSIMA se postra de rodillas. Las MUJERES lloran. Se escucha a la banda militar ejecutando al himno patrio. |
Sube el volumen del himno. Se escuchan algunos de los veintiún cañonazos de rigor. La música va en crescendo. Luego, una ensordecedora explosión. Se apaga la luz. Después de una pequeña pausa, lo suficiente para que todos se quiten el disfraz, se enciende otro fósforo. Luego otro y otro. Finalmente, se ilumina la escena. |
Sale, seguido por los TURISTAS que anotan y disparan sus cámaras fotográficas sin cesar. Una MUJER se queda. Mira para todos lados. Toma la espada, saliendo rápidamente en dirección contraria a los demás. |
Cámara negra. El despacho presidencial. La escena dividida en dos ambientes o áreas de luz. ÁREA UNO, lado izquierdo del actor, con la silla presidencial y el sillón: la luz cambiará constantemente de intensidad para dar idea de fiesta. ÁREA DOS, lado derecho, la mesa y tres sillones: un bombillo colgando del techo será toda la iluminación. Al entrar la luz, se encuentran alrededor de la mesa en ÁREA DOS, POITOU, exdirector del diario Circuncisión; MERINO, del diario La Silla y BASILISCO, de El Grito Criollo. Las escenas se suceden inmediatamente, pero la acción será continua en las dos áreas. |
¿Cómo que qué importa? ¡Cuatro hombres arriesgan sus vidas y las nuestras para cumplir su cometido, ¿y no importa?! |
BASILISCO |
¡Está bien, Merino! (MIRA SU RELOJ) ¡Diez minutos! |
POITOU |
¡Deben estar llegando |
POITOU |
Hemos esperado mucho. El general enterró aquella tarde el fruto de nuestro esfuerzo. ¡Toda una vida! Pero no le bastó con eso. ¡Quería despedazarnos con la bomba! |
MERINO |
Lo tenía perfectamente planeado. Su repentina enfermedad estomacal, la pequeña caja de las cenizas |
BASILISCO |
Y la bomba. |
MERINO |
¡Y la bomba! Le pagaremos en la justa medida. |
POITOU |
¡Quisiera estar allí...! Observar cada uno de sus movimientos antes de que reviente como sapo. |
BASILISCO |
¡Tengo Miedo! |
POITOU |
(SACANDO UN NAIPE) ¡Matemos el tiempo! |
MERINO |
¡Tus cartas están marcadas! |
POITOU |
Es parte del juego, amigos. |
(Se sientan y POITOU con gran sonrisa, reparte las cartas) |
POITOU |
¿Escuchas el tic-tac del reloj? (PAUSA) Tic-tac, tic-tac Hemos planeado esto con precisión matemática. Nuestros hombres pasarán desapercibidos en el baile de disfraces del general. Han logrado introducir la bomba desarmada. Cuatro pequeñas y mortíferas piezas ¡Ellos también volarán! Ningún testigo |
BASILISCO |
¡Pueden ser descubiertos o fallar! |
POITOU |
Es una posibilidad, Basilisco; una remota posibilidad. Pero si así fuera, tenemos cubiertas las espaldas y a salvo nuestras cabezas. Ni ellos se conocen entre sí, ni saben nada de nosotros. ¿No es genial? |
MERINO |
(ENCOGIÉNDOSE DE HOMBROS) No tenemos nada que perder. |
BASILISCO |
Sólo nos queda la vida. |
(Los tres continúan jugando) |
Se escucha una fuerte explosión, derrumbes y gritos. La luz se va de golpe. Luego, silencio. Después de una corta pausa, entra la luz. El despacho presidencial bloqueado por un derrumbe exterior. No hay señal de violencia en la escena. En realidad, interrumpida la energía eléctrica, todo estará en penumbra. Se iluminará convencionalmente, con el entendido de que los personajes casi no podrán verse entre sí. Atrapados se encuentran PAYASO, VERDUGO, DOCTOR y MONJE, quienes conservan sus disfraces. La MUJER se encuentra en el suelo, inmóvil e invisible tanto para el público como para ellos. Al iniciarse la acción, se escuchará una canción grabada, en segundo plano; y hablar a los personajes, en primer plano, simultáneamente. |
¡No siento nada! |
¡Es gas! |
¡Es gas! |
ELLA, quien se ha mantenido inmóvil e invisible, se queja y trata de incorporarse. |
¡Puje! |
Todos inmóviles. Entra una luz roja violenta. El VERDUGO y el MONJE sientan al PAYASO sobre la mesa. El DOCTOR continúa atendiendo a la MUJER. |
Los dos se alejan. PAYASO juega con los dedos de su mano derecha, extendidos y con la palma hacia el frente. |
Tienden al PAYASO sobre la mesa y principian a operar. El DOCTOR toma un micrófono que se encuentra atrás, y describe. |
El MONJE y el DOCTOR sacan a la MUJER. El VERDUGO queda en el centro. Va bajando la intensidad de la luz. |
Se desvanece totalmente la .luz. Un reflector sobre VERDUGO que sigue gesticulando y |
Cámara negra. Estructuras de edificios con gradas y plataformas en distintos niveles. El espacio central libre para poder cambiar el mobiliario y ambientar las diferentes escenas con facilidad. Al entrar la luz, el GENERAL MANBORETÁ estará sentado en su silla, sobre la plataforma más alta. A su lado, en la plataforma vecina, el SECRETARIO, quien está parado. Legajos de papel a sus pies. |
El SECRETARIO sale rápidamente por lateral. El GENERAL se sienta. La luz cambia de tonalidad a verde. Entra SEBASTIÁN y se detiene en el centro de la escena, abajo. Es un hombre con traje de marinero, pantalón corto y medias hasta debajo de la rodilla. El GENERAL permanecerá inmóvil, como dormido. SEBASTIÁN no lo verá. |
SEBASTIÁN se suelta del cable y cae a los pies del DOCTOR que acaba de entrar. |
El DOCTOR sale en la dirección indicada. SEBASTIÁN queda un momento pensativo y retoma su juego. |
El MONJE sale. SEBASTIÁN queda pensativo. Después de corta pausa llegan el PAYASO y el VERDUGO. |
Con tristeza, SEBASTIÁN deja caer los brazos y se sienta en las gradas a llorar. El GENERAL se ha levantado y baja hasta su lado. |
SEBASTIÁN lo mira. Primero sorprendido. Luego con inmensa alegría. Corre hacia la cocina. |
El GENERAL sube, sentándose en su silla, quedando inmóvil y en la misma posición que al principio. SEBASTIÁN se balancea. |
SEBASTIÁN salta. Cuando quiere tomar el cable de nuevo, este desaparece por el techo. Sale sin decir una palabra. Pausa. La luz vuelve a su tonalidad inicial. Entra el SECRETARIO y se acerca al GENERAL. |
Señala el centro del escenario, donde se enciende un reflector de luz blanca. |
El reflector blanco se apaga, dejando la escena en penumbra. Rápidamente entran cinco pequeñas jaulas con el PAYASO, el DOCTOR, la MUJER, el VERDUGO y el MONJE en el interior de cada una. Son dejadas en el fondo. Una banca de parque, con el frente hacia las jaulas, y en proscenio izquierda, donde se sentará el GENERAL. Entrará lentamente una luz azul que subirá a su mayor intensidad cuando todos los elementos de la escena estén en su lugar. Entra SEBASTIÁN y se detiene frente a las jaulas. |
Pausa corta. El GENERAL se planta frente a él, lo toma de los hombros, obligándolo a sentarse en la banca. |
SEBASTIÁN le entrega un rollo de papel higiénico. El GENERAL corre a sentarse en su silla, sobre la plataforma, quedando inmóvil. Los cuatro hombres y la MUJER salen de las jaulas. Se acercan a SEBASTIÁN que duerme en la banca. |
Los cuatro hombres toman los extremos de la banca y la sacan con ELLA y SEBASTIÁN sentados. La luz se desvanece. Entra la iluminación general. Aparece el SECRETARIO y se detiene en el centro. |
Cámara negra. El Salón de Recepciones en Palacio. Mesa con nueve sillones. La bandera tricolor y el viejo reloj atrás. Entra el GUÍA seguido por los SIETE TURISTAS del principio, quienes disparan sus cámaras fotográficas, anotan y observan. |
Lo hacen. Todos salen, menos el GUÍA. La luz irá cambiando de tonalidad hasta convertirse lentamente en azul. Los TURISTAS vuelven con sombrero y levita, y con mantilla las MUJERES. |
El viejo reloj da ocho campanadas. El GENERAL se sienta. Los dos TURISTAS y las MUJERES lo hacen también. Queda sin ocupar el sillón del centro. |
Da dos palmadas y sale. Del techo empieza a bajar una gran tabla suspendida con cables. Contiene la cena. Todos se abalanzan sobre el alimento y devoran como fieras hambrientas. El GENERAL vuelve. Se seca las manos con una toalla y la arroja al centro de la escena. La luz vuelve lentamente a su color original. |