El canto de Gregorio
© 1974: Manuel Corleto

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El canto de Gregorio
Manuel Corleto

Caricatura en tres actos,
El último dividido en dos cuadros

PERSONAJES:
   GREGORIO
   MALDITOS UNO, DOS, TRES, CUATRO, CINCO, SEIS y SIETE
   TRECE
   CATORCE
   CINCUENTISEIS
   EL CABALLERO
   LA MUJER
   VIOLENTOS UNO y DOS
   OFICIAL MALDITO
   EL MONJE
   EMBAJADORES ROJO Y AZUL
   TRES SERES

PRIMER ACTO: Anoche.
SEGUNDO ACTO: Esa misma noche, a las doce.
TERCER ACTO:
    CUADRO PRIMERO: Mil años atrás.
    CUADRO SEGUNDO: La plaza central de la metrópoli, al amanecer de hoy.

Cámara negra. La escena dividida en dos niveles: el superior, limitado por una tarima con radas al frente y, ocupando a todo lo ancho del escenario, de la mitad hasta el foro. El nivel inferior, de las gradas al proscenio. Hay cuatro entradas, invisibles para el espectador: dos en la tarima y dos casi al proscenio; todas en los laterales. En el centro, sobre la tarima, un traste triangular con un eje central y rodos para que gire a voluntad y nos presente, según la escena indique, tres caras: puerta enrejada, escudo de armas y negro. La tarima y el piso deberán estar pintados de negro para lograr, cuando sea necesario, la ausencia total del color.

ACTO PRIMERO: ANOCHE

A iluminarse la escena, GREGORIO y su coro de SIETE MALDITOS, entonan un canto —a la manera de Canto Gregoriano y repiten:”Y se hizo la luz”, mientras se dedican a quehaceres propios de su estado secular limpian, rezan, leen, escriben, hacen labores manuales, etc., todo esto en movimientos lentos y pausados. Llevan mallas negras y capuchón púrpura. GREGORIO está colocado abajo, a la derecha. El traste triangular nos muestra su cara negra.

GREGORIO
(CANTANDO) Y se hizo la luz…

CORO DE MALDITOS
(ÍDEM) Y todo fue luz, mas quedaron las sombras…

MALDITO UNO
(HABLA) Hermanos, noto con verdadera preocupación que nos hemos quedado sin alimentos. La oración nutre al alma, pero el cuerpo…

GREGORIO
(CANTANDO) Y se hizo la luz y todo fue luz…

CORO DE MALDITOS
(ÍDEM) Mas quedaron las sombras…

MALDITO DOS
(CANTANDO) Te pedimos, oh, guía; oh, jefe; oh, lord; la palabra o el verbo o la voz…

MALDITO TRES
(HABLA) ¡Mis manos están hechas una porquería de tanto barrer!

CORO DE MALDITOS
(CANTANDO) Te pedimos, oh, guía; oh, jefe; oh, lord; la palabra o el verbo o la voz…

GREGORIO
(ÍDEM) Y se hizo la luz  todo fue luz, mas quedaron las sombras. Y las sombras…

CORO DE MALDITOS
(ÍDEM) ¡Las sombras!

GREGORIO
(ÍDEM) Las sombras resultaron también de la luz…

CORO DE MALDITOS
(ÍDEM) ¡De la luz!

MALDITO CUATRO
(HABLA) ¡Estoy harto de ratonear entre estos asquerosos libros!

GREGORIO
(CANTANDO) Las sombras resultaron también de la luz…

CORO DE LAMDITOS
(CANTANDO)
De la luz, de la luz! Oh, las sombras también…

MALDITO CINCO
(ÍDEM) ¡Oh, Gregorio; oh, Gregorio!

MALDITO SEIS
(ÍDEM) Te pedimos la palabra o el verbo o la voz…

MALDITO SIETE
(HABLA) ¡Si me hubiera largado, todo sería diferente. Este país..!

CORO DE MALDITOS
(CANTANDO) Oh, Gregorio; oh, Gregorio… Nos dices que las sombras resultaron también de la luz…

MALDITO UNO
(ÍDEM) Oh, Gregorio; te pedimos, oh, guía; oh, jefe; oh, lord; que nos digas ahora, si es posible decirlo, si las sombras resultaron también de la luz…

CORO DE MALDITOS
(ÍDEM) ¿Dónde estaba la luz cuando todo era sombras..? ¿Cuándo todo era sombras, dinos pronto, oh, Gregorio, cuando todo era sombras, dónde estaba la luz..?

GREGORIO
(PAUSA. CANTANDO) Y se hizo la luz…

CORO DE MALDITOS
(GRITA) ¡Oh, no!

Se levantan rápidamente, quitándose el capuchón y colocándolo bajo el brazo como abrigo. Tiran los objetos que tienen en las manos y los hacen desaparecer por las aberturas que hacen de entradas. A la voz de mando de GREGORIO, se forman sobre la tarima en actitud militar. El traste triangular nos muestra la cara con el escudo de armas.

GREGORIO
(ORDENA) ¡Atención, malditos! (PAUSA) Estamos reunidos esta noche, para poner remedio y punto final a la ola de sabotaje y desenfreno que azota a nuestra nación. (PAUSA) Ustedes, malditos, han sido elegidos cuidadosamente entre la flor y nata de la ciudad por sus extraordinarias cualidades. Han sido debidamente adoctrinados y su entrenamiento asesorado por los más renombrados técnicos de la violencia. (PAUSA) Los medios que empleen para que la misión que se les encomienda sea un rotundo éxito, son de su elección… (PAUSA) ¡Atención, malditos; informen!

MALDITO UNO
(DA UN PASO AL FRENTE Y SALUDA) ¡Han dinamitado la central de energía eléctrica!

CORO DE MALDITOS
¡Toda la ciudad está oscura como boca de lobo!

MALDITO DOS
(IGUAL QUE EL UNO) ¡Han cortado los cables de la luz e interferido la radio!

CORO DE MALDITOS
¡Ya no se escucha una voz!

GREGORIO
¿Decretado el estado de emergencia?

CORO DE MALDITOS
¡Decretado, milord!

GREGORIO
¡Atentos, malditos! (PAUSA) Las noticias corren pronto, aun sin luz. El pueblo sabe que han dinamitado la central de energía eléctrica y pide a los culpables.

CORO DE MALDITOS
¡Así es, milord!

MALDITO UNO
¡Con la luz los encontraremos!

GREGORIO
Necesito dos nombres. ¡Al amanecer los quiero aquí!

CORO DE MALDITOS
¡Así será, milord!

GREGORIO
¡Atención, malditos, fuera!

Los MALDITOS salen por la derecha y GREFORIO por izquierda. Los MALDITOS vuelven arrastrando a tres hombres y los lanzan al centro de la escena, abajo. Son los prisioneros TRECE, CATORCE y CINCUENTISEIS. Los MALDITOS salen. El traste triangular nos muestra la cara con la puerta enrejada. La escena queda en penumbra. Del exterior, de lo que se supone es la ventana de la celda, entra un rayo de luz.

TRECE
(INCORPORÁNDOSE) ¿Oyeron los cantos?

CINCUENTISEIS
Sí, y parecían venir del centro mismo de la tierra.

CATORCE
¿Serían cantos funerales?

TRECE
No, no creo…

CINCUENTISEIS
Luego, sonaron los disparos.

TRECE
Después, todo fue silencio. (PAUSA) ¿Tienen cigarrillos?

CATORCE
No.

CINCUENTISEIS
Dos.

TRECE
Dame uno.

CINCUENTISEIS
Tres chupadas. (LO ENCIENDEN)

CATORCE
Había luz entonces.

TRECE
(DISTRAÍDO) ¿Qué?

CATORCE
Digo que cuando sonaron los disparos, aun había luz.

CINCUENTISEIS
Sí. Fue después cuando aquellas explosiones sumieron a la ciudad en sombras.

TRECE
Cierto. Siempre que algo anda mal, nos plantan ese horrible reflector. (POR LA LUZ EN LA VENTANA) ¡Entonces nos encienden esa luz!

CINCUENTISEIS
(POR EL CIGARRILLO) Oye, ¡dije tres chupadas!

TRECE
¡Está bien! (CHUPA POR ULTIMA VEZ Y SE LO DA)

CATORCE
¿Sabotaje?

TRECE
Quién sabe.

CINCUENTISEIS
¿Qué importa? Los de afuera nos han olvidado.

CATORCE
Para ellos somos un número.

CINCUENTISEIS
¿Es que no podemos salvarnos?

CATORCE
Tratemos de calmarnos. El enloquecer sólo empeoraría nuestra situación.

TRECE
(PENSATIVO) A propósito de números… (BUSCA POR TODOS LADOS)

CATORCE
¡Eso es! (BUSCA TAMBIÉN)

CINCUENTISEIS
(SE LES UNE, DETENIÉNDOSE BRUSCAMENTE) Paren… ¡No es aquí!

CATORCE
¿No?

CINCUENTISEIS
NO lo encontraremos.

TRECE \(SIGUE BUSCANDO EUFÓRICAMENTE) ¡Recuerdo que lo dejé por aquí..!

CINCUENTISEIS
Te digo que no. Han logrado hacernos perder el sentido de orientación. Esta celda es igual a las otras que hay aquí.

TRECE
(DETENIÉNDOSE) Creo que tienes razón… (TRANS.) ¡Pero tenemos las palabras..!

CATORCE
(MUY ALEGRE) Sí…  (EMPIEZA A HABLAR MUY RÁPIDO) ¡Tres tristes tipos trajeron trastabillando,  trágico tríptico, tétrico triángulo!

TRECE
(MUY RÁPIDO TAMBIÉN) ¡Triángulo tétrico, tríptico trágico, trastabillando trajeron tipos tristes, tres!

CATORCE
(ÍDEM) Tratamos torpemente, trocando todo, transmitir, transmutar…

CINCUENTISEIS
(INTERRUMPE) ¡Basta! Es necesario encontrar la forma de salir de esta ratonera.

TRECE
(RÍE) ¿Estás loco?

CATORCE
(ÍDEM) Eso no es posible.

CINCUENTISEIS
(SACA UNA HOJA DE PAPEL DEL BOLSILLO DE SU UNIFORME) ¿Ven esto?

LOS DOS
(ACERCÁNDOSE) Sí.

CINCUENTISEIS
Lo he guardado desde siempre.

TRECE
¡Una hoja en blanco!

CINCUENTISEIS
Tengo un plan. (BUSCA POR TODOS LADOS Y RECOGE UN PEDAZO DE CARBÓN DEL SUELO)

CATORCE
¿Cuál?

CINCUENTISEIS
Mandar un mensaje. Por la ventana. Alguien que pase…

TRECE
(ARREBATÁNDOLE TIZA Y PAPEL) Bien. Escribiré. (LO HACE)

CATORCE
(LEE CONFORME TRECE ESCRIBE) “Quienquiera que sea… estamos prisioneros… Ignoramos todo… Punto. Ayuda”.

CINCUENTISEIS
(TOMA EL PAPEL, LO ESTRUJA Y TIRA EN UN RINCÓN DE LA CELDA) ¡Allá va!

TRECE
(SIN SORPRENDERSE) Bien. Esperemos.

CATORCE
(ÍDEM) Esperemos.

CI NCUENTISEIS
(DESPUÉS DE UNA PAUSA) ¡Qué silencio!

TRECE
(EN UN SUSURRO) Sí.

CINCUENTISEIS
(CAMINA NERVIOSO. SE SIENTA EN LA TARIMA) ¡Es absurda nuestra situación!

CATORCE
¿Qué irá a pasar con nosotros?

CINCUENTISEIS
¿Quién sabe? No hemos sido consignados a ningún tribunal… Ni siquiera sabemos si existe acusación en contra nuestra.

CATORCE
Civilmente, estamos muertos.

TRECE
Aquí están alimentando números, para no sé qué siniestros propósitos.

CINCUENTISEIS
Jamás se nos visita.

CATORCE
(INTERRUMPE) ¡Oigo pasos!

TRECE
¿Vendrán por nosotros..? (PAUSA) No, parece que no…

CATORCE
(PAUSA. CAMINA DESESPERADO) ¡Sin nada qué leer! Eso ayudaría…

CINCUENTISEIS
De celda en celda las veinticuatro horas…

TRECE
¡He perdido la noción del tiempo!

CINCUENTISEIS
Si tan sólo averiguara el nombre del país…

TRECE
¡Imposible! Incomunicados…

CINCUENTISESIS
Si existiera una sola referencia para orientarnos…

CATORCE
¡Olvídalo! Esa enorme pared, lo único visible a través de las ventanas…

TRECE
Estamos aislados.

CINCUENTISEIS
Afuera es otro mundo.

TRECE
¿Será nuestro idioma?

CINCUENTISEIS
¡Quién sabe! Exceptuando los cantos que fueron silenciados por los disparos, no hemos escuchado otra voz que no sea la nuestra. (TRANS.) ¡Bueno, basta por hoy! (SE ESCUCHAN SONIDOS DE PUERTA METÁLICA QUE SE ABRE) ¡Vienen!

TRECE
¿Qué hacemos?

CATORCE
(TENDIÉNDOSE EN EL SUELO) ¡Silencio!

Los MALDITOS entran. Vienen  arrastrando a GREGORIO, en mallas negras, y lo lanzan al centro, abajo. Los tres prisioneros lo rodena cuando los MALDITOS se van.

CATORCE
¡Un nuevo compañero!

TRECE
¡No lo toques!

CINCUENTISEIS
(ACERCÁNDOSE) ¡Hay que brindarle ayuda!

CATORCE
(LEVANTA LA CABEZA DE GREGORIO) Amigo…

GREGORIO
(INCORPORÁNDOSE DE UN SALTO) ¡¿Pero es que todos están locos aquí?!

        GREGORIO corre hasta la puerta enrejada.

TRECE
(A SUS COMPAÑEROS) ¡Nuestro idioma…! ¿Escuchan?

CATORCE
Sí. Dejémosle hablar.

GREGORIO
(CON FURIA) ¡Es inaudito!

TRECE
N o comprendemos….

GREGORIO
(ORDENA) ¡Retírense, malditos! (ELLOS OBEDECEN) ¡Menospreciar así el poder de la palabra..! ¡Idiotas! (TRANS. ACERCÁNDOSE) Necesito dos nombres, me dijo. ¡Cualquiera puede conseguirlos en la guía telefónica o en el listado de miembros de cualquier sindicato!

TRECE
Amigo, necesitamos ayuda.

GREGORIO
(SIN ESCUCHARLOS) Pero tenía que ser yo. ¡Maldita sea! ¿Por qué tuve que detenerme al oír esos cantos?

TRECE
Si quisiera escucharnos…

GREGORIO
Un trago… ¡Necesito un trago!

TRECE
(LE OFRECE) ¿Un cigarrillo?

GREGORIO
¡No! Fumo sin filtro. ¡Un trago!

CATORCE
¿Aquí? Imposible.

GREGORIO
¡Moveré mis influencias!

CINCUENTISEIS
(DESPUÉS DE UNA PAUSITA) Señor…

GREGORIO
¡Gregorio des mi nombre!

CINCUENTISEIS
(SEÑALA) Somos los prisioneros Trece, Catorce y Cincuentiseis.

CATORCE
¿Dónde nos encontramos?

GREGORIO
¿Qué sé yo? Uno no tiene la obligación de saber.

TRECE
¿Quiénes son los de afuera?

GREGORIO
¡Basta ya de preguntar!

TRECE
Hace mucho que estamos encerrados aquí sin saber nada…

GREGORIO
Deben conformarse con su suerte. El no saber es como estar muerto.

CATORCE
Pero estamos vivos, ¿no es así?

GREGORIO
¡Esto es una cárcel, aquello es una puerta, somos prisioneros!

CATORCE
¿De quién?

GREGORIO
¡No sé!

CATORCE
Pero…

GREGORIO
(CANTANDO) Y se hizo la luz y todo fue luz…

        Aquí baja lentamente la luz de la ventana.

TRECE
¿Qué dice?

CINCUENTISEIS
Son los cantos…

GREGORIO
(CONTINÚA) Más quedaron las sombras… Y las sombras resultaron también de la luz. Entonces, ¡por todos los rayos!, ¿dónde estaba la luz cuando todo era sombras..? (QUEDA INMÓVIL Y SILENCIOSO)

TRECE
Sin lugar a dudas, ¡este no nos sirve para nada!

Entran rápidamente los MALDITOS, sacan a rastras a los tres prisioneros, obligan a GREGORIO a ponerse una levita y lo suben cargado al centro de la tarima. El traste triangular con la cara del escudo de armas al frente. Los MALDITOS salen. Entra el CABALLERO con un pliego de peticiones, un paraguas y un cirio encendido. Sube un poco la luz.

CABALLERO
(LEYENDO) “El pueblo, sufriendo las consecuencias del apagón general de la ciudad y condenando tal atentado terrorista, solicita a Su Merced lo siguiente: Dos puntos. Primero…” (TRANS. DEJA DE LEER) ¿Os dais cuenta, Excelencia, del peligro existente con las velas? Una chispa, una llamita y… (HACE RUIDO CON LA BOCA) ¡Puafff!

GREGORIO
¡Que usen lámparas de baterías!

CABALLERO
Una vela es barata, mientras que…

GREGORIO
¡Continuad leyendo!

CABALLERO
Sí, Excelencia. (LEE) “Primero, la entrega de los culpables de alta traición, para que sean ejecutados en la Plaza Central de la Metrópoli al amanecer…”

GREGORIO
Imposible para el amanecer. ¡Primero hay que encontrarlos!

CABALLERO
Si me permitís hacer una observación al margen, debo deciros que el pueblo se conformará sólo con dos nombres…

GREGORIO
(BAJA Y SE PLANTA FRENBTE A ÉL) ¿Qué..? ¡Eso costaría vuestra cabeza!

CABALLERO
Y la vuestra, Excelencia. Nosotros conocemos a los culpables, pero al pueblo lo mismo le dará un nombre que otro.

GREGORIO
¡Continuad! (VUELVE A LA TARIMA)

CABALERO
(ACERCA MÁS LA VELA) “Segundo, solicita a Su Gracia, la erección del patíbulo y el préstamo del Verdugo Oficial. En espera de vuestra consideración, etcétera, etcétera, firman al pie…”

GREGORIO
Difícil situación. Eso no saciará su sed.

CABALLERO
He cumplido con mi deber, milord. ¿Puedo retirarme?

GREGORIO
(HACE UN GESTO CON LA MANO) Querrán conocer mi respuesta, ¿no?

CABALLERO
(SONRÍE Y HACE UNA REVERENCIA) Excelencia… Hasta mañana, ¡al amanecer!

El CABALLERO prende fuego al pliego de peticiones y sale aullando como sirena de bomberos. GREGORIO tira fuera de escena la levita. Entran los MALDITOS con el capuchón púrpura en la mano, jadeantes, sudorosos, usándolo para sofocar el fuego.

GREGORIO
(DIRIGIENDO LAS OPERACIONES) ¡Atentos, malditos..! Sofoquen ese fuego… ¡Por allí..! ¡Eso es!

MALDITO UNO
Tal como se nos ordenó, milord, salimos en busca de los culpables.

GREGORIO
¿Y bien?

MALDITO DOS
Algo salió fuera de lo previsto, oh, guía; oh, jefe…

GREGORIO
¡¿Qué…?! (TRANS.) ¡Allá arriba, idiotas!

MALDITO UNO
Así es, milord. ¡Sólo tenemos a uno!

MALDITO DOS
Está en la cárcel, como lo ordenasteis, señor.

GREGORIO
(ORDENA) ¡Atención, malditos! (TODOS SE CUADRAN) ¡Traedme otro culpable, y os distinguiré con el honor de escoltarlos hasta el patíbulo!

CORO DE MALDITOS
Gracias, milord.

GREGORIO
De lo contrario, ¡serán vuestras cabezas las que han de caer mañana cuando amanezca!

CORO DE MALDITOS
Gracias, milord.

GREGORIO
(SUBIENDO A LA TARIMA) ¡Pero no se queden como idiotas! ¡Los recomendaré para la más alta condecoración!

CORO DE MALDITOS
Gracias, milord.

GREGORIO
¡Oh, malditos… Fuera! (SALEN TODOS) ¡La palabra o el verbo o la voz! Ahora tengo un nombre. Mañana… ¿Pero qué clase de pueblo somos, caramba?

El traste triangular con su cara negra al frente. Entra la MUJERA en mallas negras y una toalla al hombro. Se supone toma un baño de sol.

MUJER
(A GREGORIO, QUE HA QUEDADO INMÓVIL EN UN RINCÓN) Acércate, Gregorio, ven a tomar el sol conmigo.

GREGORIO
(SIN MOVERSE) No hay tiempo,  querida. Vengo solamente a confirmarte que…

MUJER
¿Por qué esa cara? ¡Cualquiera diría que vas rumbo al cadalso!

GREGORIO
(TRATA DE SONREÍR) No todos los días se casa uno.

MUJER
(LE TIENDE LOS BRAZOS) Lo sé, amor. Ven.

GREGORIO
No hay tiempo. Debo irme ahora. Vendré por ti a las ocho.

MUJER
(SE PONE DE PIE CON LA TOALLA AL HOMBRO, COQUETA) Aquí estaré.

GREGORIO
Bien.

Ella le manda un beso y sale. GREGORIO se sienta en la tarima y enciende un cigarrillo. Mira su reloj con insistencia.

GREGORIO
¡Las ocho y media! (TIRA EL CIGARRILLO Y LO PISOTEA CON FURIA) ¡Siempre las mujeres!

MALDITO UNO
(ENTRA CORRIENDO POR LA DERECHA) ¡Ha un incendio en palacio, milord!

GREGORIO
¡Vamos inmediatamente!

GREGORIO y el MALDITO salen por derecha. Pausa. Se escuchan disparos aislados. Entran los MALDITOS arrastrando a los tres prisioneros, a la MUJER y, finalmente a GREGORIO. Los lanzan al centro de la celda. Los demás a su alrededor. El traste triangular con la puerta enrejada al frente. Salen los MALDITOS.

MUJER
No alcanzo a comprender… ¡Es horrible!

GREGORIO
Lo dicho. ¡Esto es una mierda!

MUJER
Fue un día de mucho sol. Mucha luz…

TRECE
¿Y van a dejarnos aquí para que nos pudramos?

CATORCE
Vamos. No la apenemos más.

GREGORIO
(A LA MUJER) Cuéntanos lo que sucedió.

MUJER
No lo comprendo. Nada pasó entonces. Tenía una cita a las ocho.

GREGORIO
(A TODOS) Bueno, ¡a dormir! (A ELLA) Acomódese donde pueda, esto no es el Ritz. (TODOS SE ACUESTAN) Esperemos al nuevo día, ¡a ver qué nos trae!

Baja lentamente la luz. De fondo se escuchan los cantos, sin poder acallar el ruido que hacen los carpinteros, en primer plano, quienes trabajan afanosamente en la erección del patíbulo. Nuevos disparos silencian al coro. Sólo queda el sonido del serrucho y martillo.

TELON





ACTO SEGUNDO: ESA MISMA NOCHE, A LAS DOCE.

Al iluminarse la escena, sobre el trate triangular -que deberá tener la cara negra al frente-, estará colocado un gran telón gris oscuro, simulando la vidriera del establecimiento vista desde el interior, y en la cual deberá leerse, escrito al revés: “BAR EL VIOLENTO”. En primer plano, sobre la derecha, una barra en la que se encuentran conversando GREGORIO -con delantal de cantinero- y el CABALLERO, con sombrero y paraguas. Sobre la barra, una vela encendida, por lo que solo esta zona deberás estar iluminada. Todo lo demás en penumbra. Se distingue apenas una mesa donde están los dos VIOLENTOS, bebiendo en la oscuridad.

CABALLERO
…ya ve usted, en noches así, la oscuridad total nos hace cavilar sobre la luz. Qué contrasentido, ¿no le parece?

GREGORIO
Sí cada vez son más frecuentes los apagones. De seguir esto, voy rumbo a la quiebra.

CABALLERO
La oscuridad, viéndolo desde el cero, punto de partida de la creación, es el todo.

GREGORIO
¡Qué va en tiempos anteriores! La luz no faltó nunca. Todo estaba bajo control.

CABALLERO
El principio debió ser la total oscuridad, ¿no cree?

GREGORIO
Dicen que la ejecución pondrá punto final a la violencia. Al amanecer, todo cambiará.

CABALLERO
Cada ser parte de la oscuridad.

GREGORIO
¡Y yo soy un pacifista!

VIOLENTO UNO
(SIEMPRE ENLA PENUMBRA) ¡Otra botella!

GREGORIO lleva la botella y la vela. La barra queda en la penumbra y  levemente iluminada la mesa de los VIOLENTOS.

VIOLENTO DOS
(A GREGORIO) ¡Lo invitamos a un trago!

GREGORIO
No bebo. (DEJA LA VELA SOBRE LA MESA Y VUELVE A LA BARRA)

VIOLENTO UNO
Bebo, porque tengo una razón poderosa para beber.

VIOLENTO DOS
¡Las mías ya son dos! (BEBEN DE UN TRAGO)

VIOLENTO UNO
Dicen que los pescaron.

VIOLENTO DOS
Un amigo mío que es Jefe de la Guardia en Palacio me contó, y que quede entre nosotros, que tienen dos nombres.

VIOLENTO UNO
Eso me dijeron.

VIOLENTO DOS
Él, es un pez gordo. Lo pescaron durante…

VIOLENTO UNO
Sí, también lo sé.

VIOLENTO DOS
De ella nada se sabe con certeza, pero supe de la misma fuente que hacía un doble juego…

VIOLENTO UNO
Lo mismo me contó.

VIOLENTO DOS
¿Quién?

VIOLENTO UNO
Un amigo.

VIOLENTO DOS
(SE PONE DE PIE MOLESTO) ¿Quién es?

VIOLENTO UNO
No puedo decirte el nombre… Como están las cosas…

VIOLENTO DOS
(AGRESIVO) ¿No confías en mí?

VIOLENTO UNO
No es eso. Alguien puede oírnos y…

VIOLENTO DOS
(SE SIENTA) Está bien. ¡Bebamos!

VIOLENTO UNO
(VACIANDO SU COPA) ¡Hasta el final!

GREGORIO
(SE ACERCA CON OTRA BOTELLA EN LA MANO) La casa invita.

VIOLENTO UNO
¿Un trago?

GREGORIO
(TOMA LA VELA) No bebo.

Vuelve a la barra, vela en mano. Quedan en penumbra los VIOLENTOS, quienes continúan bebiendo en la oscuridad.

GREGORIO
(AL CABALLERO) ¿Qué hora es?

CABALLERO
Media noche.

GREGORIO
¿Cree que deba cerrar? Hoy no caen ni moscas. (EL CABALLERO SE ENCOGE DE HOMBROS) Pronto amanecerá.

CABALLERO
Así es.

GREGORIO
Entonces será la ejecución.

CABALLERO
(PAUSA) Tomaré la última copa. (BEBE)

GREGORIO
(PAUSA) Rara vez viene alguien tan distinguido como usted.

CABALLERO
Oh, gracias.

GREGORIO
Esos violentos que ve allí, son capaces de matarlo a uno por cualquier insignificancia. Usted se ve una persona, sí, con todas las letras.

CABALLERO
Bueno, debo decirle que soy un estudioso.

GREGORIO
¿Ah, sí?

CABALLERO
En mis tiempos libres, claro.

GREGORIO
Bien, muy bien; ya no hay estudiosos. (PAUSA) Pero, ¿a qué se dedica normalmente?

CABALERO
Soy el Verdugo Oficial.

GREGORIO
Comprendo.

CABALLERO
(BEBE DE UN TRAGO) Discúlpeme. Debo ir a dormir. Durante el día saldré de paseo con la familia. Después de la ejecución, pienso llevar a mis niños al circo. (TRANS.) ¿Tiene hijos..? (SIN DARLE TIEMPO A RESPONDER) ¡Adoran el circo! ¡Son unos apasionados de la cuerda floja..! (PAUSA) Ya sabe lo molesto que es eso.

GREGORIO
Sí, por supuesto.

CABALLERO
Bien, buenas noches y gracias. (INICIA EL MUTIS) ¡Ah..! (DETENIÉNDOSE) Si decide ir con la familia, recuerde que las localidades para estos espectáculos se agotan fácilmente. Pero no se preocupe por eso. Avíseme con tiempo y le reservaré unas en primera fila. (SALE)

GREGORIO
Gracias…

Entra a escena el pelotón de MALDITOS. El OFICIAL se dirige a GREGORIO.

OFICIAL MALDITO
Señor Gregorio, tengo órdenes terminantes de llevar todo esto a la Plaza…

GREGORIO
Sí, sí…

OFICIAL MALDITO
Es usted muy amable. Sus muebles ayudarán a una noble causa, se lo aseguro. (SE ACERCA) En la Plaza se venderá refrescos y golosinas al momento de la ejecución. Es para recaudar fondos. La Benemérita Asociación de Caridad y Ayuda a la Cuna del Desvalido necesita del apoyo de todos los ciudadanos concientes…

GREGORIO
Sí, sí…

Soldados y VIOLENTOS sacan la barra, mesa, sillas y el telón de fondo. El traste triangular ha quedado con su cara negra al frente. GREGORIO tiene una revista en las manos, en la que se deberá leer claramente “PORNOGRAFÍA”. GREGORIO se tiende sobre la tarima, de espaldas al público. Está masturbándose mentalmente, debe dar idea de masturbación física.

GREGORIO
Un hombre dialoga frente al espejo. Es difícil dialogar frente a un espejo. (SE VERÁ LA ILUSTRACIÓN DE UN DESNUDO EN LA REVISTA) Distraen los sonidos. Los gestos. La arruga del traje. La raya del peinado. En fin, acostumbrado a todo lo exterior, debe olvidar casi y dialogar consigo mismo. (VUELVE FRENÉTICAMENTE LAS HOJAS DE LA REVISTA) Desgarra el velo de telas de araña y, vela en mano, penetra las sombras… (SE PONE DE PIE) Escozor. Frío. Reptar vertebral del  miedo… ¡Solo! (CAE DE RODILLAS) La llama parpadea. Hay amenaza de sombra entre las sombras. (PAUSA) La angustia le arrebata la vela… (TRATA DE INCORPORARSE) Se la arrebata y rueda escapando entre sus piernas… Vomita penumbra y luego sombras. Nada. Noche. Oscuridad. Silencio. (DE ESPALDAS) Busca la vela. Sus manos se estrellan en la nada. El dolor incita la búsqueda, excita la angustia. Toca algo. Puede ser un falo, un hueso o un arma. Cree en Dios y maldice escupiendo. (CAMINA) Y sigue buscando. La angustia de un segundo, tal vez de siglos, se desborda en sordo llanto; un llanto que, sin lágrimas, inunda de sal y agua el sentimiento. ¡Y le duele! (PAUSA. SE SIENTA) Inmóvil. Sabiéndose muerto. Aspirando polvo y humedad… Pierde la elemental noción del tiempo-espacio. (SE TIENDE SOBRE LA TARIMA) No sabe afianzar su espera en algo real, tangible, humano… (LAS LUCES, DE UN ROSADO TENUE, SE VUELVEN NARANJA) Escucha en el silencio. Nada. Busca en la oscuridad. Nada. Está irremisiblemente perdido entre sus cosas. No hay a qué aferrarse. (SE ARRASTRA Y BAJA) Una mano. Un tablón. Sólo la misma soledad que lo aprisiona, haciendo vibrar sus oídos, comprimiendo su pecho, entrecortando su respiración, obligándolo a tenderse de bruces para soportar el terrible peso de sus extremidades entumecidas y endebles. Entonces grita…

Al grito prolongado de GREGORIO, entra de golpe una luz magenta muy fuerte, e inmediatamente todo queda a oscuras. En la penumbra y mientras dure el grito, entran a colocarse el CABALLERO, un MONJE, dos MALDITOS y la MUJER que deberá permanecer de espaldas durante la escena. El traste triangular con la puerta enrejada al frente.

MONJE
(VIENDO A GREGORIO TENDIDO EN EL SUELO) ¿Está poseso?

CABALLERO
¡Enfermo no me sirve para nada!

MALDITO UNO
¡Es el miedo!

MONJE
Gregorio, ¿qué te pasa, hijo?

GREGORIO
Tuve una pesadilla, hermano. Vi en una rama a un pájaro prepararse para el vuelo. Estiró el pescuezo y se lanzó al vacío haciendo una gran espiral. Parecía una hoja arrastrada por el viento… (TRANS.) ¡Oh, hermano, es horrible!

MONJE
¡Continúa!

GREGORIO
De pronto, impacto-sonido-muerte fueron uno. Sus plumas saltaron en sangre… Cayó a plomo y se estrelló contra las rocas.

MONJE
¡Fue sólo un sueño, Gregorio!

CABALLERO
Menos mal. ¡Creí que estaba loco!

MALDITO DOS
Bien, ya es la hora. ¡Apresurémonos!

GREGORIO
Aun hay más. (SE PONE DE PIE) Alguien golpeaba con tal fuerza que sus nudillos sangraban enormes y deformes. ¡Era a mí al que golpeaban! (PAUSA) De pronto, todo se hizo rojo, sangre, nada… (SUBE A LA TARIMA) Muerto. ¡Sí! Estaba muerto… ¡Todo concluía! (SE ACERCA A LA MUJER, LA CUAL NO SE VUELVE) Me sentí liberado de un peso espantoso. Vi, informe, aglutinado, deshecho mi cuerpo. ¡No me reconocí!

CABALLERO
¡Llévenselos!

GREGORIO
(FUERTEMENTE, DETENIÉNDOLOS CON UN GESTO) Desperté sudoroso, temblando. Me palpé el cuerpo, nada. Me sabía el ave destrozada por la expansión del plomo. Me sentía aquel hombre que contemplaba por primera vez el cuerpo que le había pertenecido. (AL MONJE) Y aquí estoy. Inmóvil. Esperando una muerte que no es la mía, que ha dejado de pertenecerme porque  no llega nunca…

MONJE
(ESCUPE) In nomine patri, et fillii et spiritus sancti…

Los MALDITOS toman del brazo a la MUJER y a GREGORIO y los sacan seguidos por el CABALLERO. El traste triangular con la cara del escudo de armas al frente. El MONJE espera mientras llega GREGORIO -de levita-, el EMBAJADOR ROJO -con banda púrpura-, el EMBAJADOR AZUL -banda lila-, y el CABALLERO con un pliego en la mano. Varios MALDITOS entran una silla con forma de trono, la cual colocarán cerca del traste triangular, y donde deberá sentarse GREGORIO. Varios bancos para los concurrentes.

EMBAJADOR ROJO
(A AZUL) Excelencia, es inusual esta hora para una reunión. Comprenderéis que, tal como está la situación, hay que tomar medidas de seguridad extraordinarias para salir.

EMBAJADOR AZUL
(A ROJO) Os preocupáis demasiado por vuestra seguridad personal, cuando está en juego la paz.

EMBAJADOR ROJO
Menospreciáis nuestro poder. ¿No creéis que de nuestra seguridad personal depende que las piezas de ajedrez, en este gran tablero que es la política, sean movidas con la precisión y rapidez necesarias?

EMBAJADOR AZUL
No lo discuto. (TRANS. A GREGORIO) Pero o creo que es de eso de lo que vais a hablar, Excelencia.

GREGORIO
Así es, caballeros. (AL CABALLERO)  ¡Leed!

CABALLERO
Sí, milord. (LEE) “A os tanto días, etcétera, etcétera, se determina este único punto. (PAUSA) Dos puntos. (PAUSA. SIGUE LEYENDO A UN GESTO DE GREGORIO) Primero, aceptar la abdicación de Su Excelencia Gregorio Primero…”

MONJE
(INTERRUMPE) ¿Qué decís?

EMBAJADOR AZUL
¡Pero, Excelencia!

GREGORIO
(DE PIE) ¡No interrumpáis!

CABALLERO
(LEYENDO) “…la abdicación de Su Excelencia Gregorio Primero, como guía, jefe y lord de esta bienamada ciudad…” (MURMULLOS)

GREGORIO
(HACE UN GESTO PARA IMPONER SILENCIO) Estoy viejo, caballeros. (SE SIENTA) Mis fuerzas flaquean.

EMBAJADOR ROJO
(AVANZANDO) ¡Mi gobierno no aprobará eso!

EMBAJADOR AZUL
(ÍDEM) ¡El mío se sentirá defraudado!

MONJE
(ÍDEM. ESCUPE) ¡Todos hemos visto con buenos ojos vuestra administración!

GREGORIO
(AL CABALLERO) ¡Continuad!

CABALLERO
(LEE) “Asimismo, y de acuerdo a nuestra ley, Su Excelencia, Gregorio el Primero, deberá escoger inmediatamente a su sucesor, la persona que él considere capaz… etcétera, etcétera, etcétera.” (ENROLLA EL PLIEGO)

GREGORIO    
¡Está decidido, caballeros! (SE LEVANTA) ¡Procederé al nombramiento! (AL CABALLERO) ¡La vara! (ÉSTE SE LA ENTREGA) ¡De espaldas todos! (OBEDECEN) Mañana, en la Plaza Central de la Metrópoli, hará su primera aparición en público Su Gracia, Gregorio el Segundo. (TOCA CON LA VARA EL HOMBRO DEL CABALLERO) ¡Volveos, caballero!

CABALLERO
(ESTUPEFACTO) ¡Excelencia..!

GREGORIO
(HACE UNA REVERENCIA AL CAALERO. PAUSA) ¡Volveos todos! (LE ENTREGA LA VARA, LA LEVITA Y LO SIENTA  EN EL TRONO)

EMBAJADOR ROJO
(AL CABALLERO) ¡Tendréis el apoyo incondicional de mi pueblo, milord!

MONJE
(QUITANDO A EMPUJONES A GREGORIO. BESA LA MANO DEL CABALLERO) ¡Oh, guía; oh, jefe; oh, lord; somos tus siervos!

EMBAJADOR AZUL
¡Espero que aceptéis nuestra desinteresada ayuda!

CABALLERO
(SIN ENTUSIASMO) ¡Gracias, gracias..! (BOSTEZA) Retiraos. Necesito dormir un poco. Pronto amanecerá.

Todos salen haciendo reverencias. Los MALDITOS sacan el trono en andas con el CABALLERO aun sentado. El traste triangular girará para mostrarnos la cara negra. GREGORIO quedará solo en un rincón.

GREGORIO
(RÍE) ¡Su Excelencia..! ¡Su Excelencia estará mañana al pie del patíbulo!

Entran los MALDITOS y colocan un enorme telón gris sobre el trate triangular, el cual tendrá pintado una enorme bola de fuego -el sol-, en naranja fosforescente. Al ver a GREGORIO, lo sacan a empujones por lateral izquierdo. Entran una mesa y dos sillas el CABALLERO y la  MUJER.

CABALLERO
Apúrate, mujer. Nunca me ha gustado trabajar con el estómago vacío.

MUJER
Está  bien, está bien. Lo único que deseo es que después ce tu coronación…

CABALLERO
¡Toma de posesión, estúpida!

MUJER
Bueno, ¡eso!, alguien me sirva el desayuno en la cama.

CABALLERO
(PAUSA) ¿Qué hay?

MUJER
Torta de huevo, jugo de naranja y…

CABALLERO
(INTERRUMPE) ¡Estoy harto de esa comida! ¡Dame el jugo!

MUJER
(DÁNDOSELO) Son naranjas californianas.

CABALLERO
(BEBE) No está mal, pero, ¿qué diferencia tienen a las nuestras?

MUJER
¡Será el viaje de ida y vuelta con todo pagado!

CABALLERO
A propósito… Hoy vendrá Jaime por ustedes.

MUJER
¿Jaime?

CABALLERO
El chofer de Su Excelencia… ¡Mi chofer!

MUJER
¡Ah!

CABALERO
(SE LEVANTA Y PONE EL SOMBRERO) Adiós. (LA BESA EN LA FRENTE) ¡Volveré pronto!

MUJER
(RECOGIENDO LA MESA) No te engañes. Sé que no volverás.

CABALLERO
Pero, mujer, ¿por qué no? (MUTIS POR DERECHA)

MUJER
¡Su Excelencia! ¡Las cosas que sólo aquí pueden suceder!

Entran dos MALDITOS y suben las sillas sobre la mesa. Luego, ellos se sientan. Se supone que es un auto militar.

MALDITO UNO
(AL VOLANTE. BOSTEZA) ¡Relévame, tengo sueño!

MALDITO DOS
¡Es contra las reglas!

MALDITO UNO
¡Para violarlas están hechas! (BAJA Y CAMBIAN DE LUGAR) ¡Trataré de dormir… Despiértame si pasa algo!

MALDITO DOS
Bien. (PAUSA LARGA. VE ALGO POR LATERAL IZQUIERDO) ¿Eh..? ¡Despierta!

MALDITO UNO
¡¿Qué rayos pasa?!

MALDITO DOS
(QUEDO) Vi algo Detrás de esos matorrales.

MALDITO UNO
(ÍDEM) Para. ¡Echaré un vistazo!

Baja y cautelosamente se dirige a la izquierda, desapareciendo por lateral. Pausa. Sólo se escucha un ruido sordo.

MALDITO DOS
(ENCIENDE UN CIGARRILLO) ¿Ves algo..? (SILENCIO. PAUSA) Oye, ¿qué pasa…? (SILENCIO) Iré.

Baja del auto y también cautelosamente desaparece por el mismo lugar. Nuevamente un ruido sordo. Después de una pausa, entran corriendo TRECE, CATORCE y CINCUENTISEIS y suben al auto.

TRECE
¡Alto!

CINCUENTISEIS
¿Amaneció ya?

CATORCE
¡Quién sabe!

CINCUENTISEIS
(SEÑALA EL TELÓN PINTADO) Mira el sol.

CATORCEA
¡Es verdad!

TRECE
(MIRA HACIA LA IZQUIERDA) ¿A dónde irá tanta gente?

CATORCE
La única forma de averiguarlo es ir tras ellos.

Se apean y salen corriendo por izquierda. Del mismo lado, de entre los matorrales, vemos aparecer a los dos MALDITOS de auto que, al verlo abandonado, suben a él.
MALDITO UNO
(AL VOLANTE) ¡Maldita sea, no arranca!

MALDITO DOS
¡No tiene gasolina!

MALDITO UNO
¿Qué sabes tú?

MALDITO DOS
¿Será el dinamo?

MALDITO UNO
¡Qué dinamo… Empuja!

MALDITO DOS
¡Allá vamos!
    
Salen por la derecha. Se escucha redobles de tambor. Aparecen por izquierda tres MALDITOS en formación, seguidos inmediatamente por GREGORIO y la MUJER, con las manos atadas a la espalda; y cuatro MALDITOS cerrando el paso. Se dirigen hacia la salida de la derecha, sobre la tarima. Por ese lado, a su encuentro, vienen el CABALLERO, de levita y el MONJE, con su túnica púrpura.

CABALLERO
¡Alto! (TODOS FIRMES) Bien… (SE ACERCA) Vean bien el sol… ¡Será su último amanecer!

MONJE
(ESCUPE) In nomine patri et fillii et spiritus sancti…

CABALLERO
Según la ley, tienen derecho a una postrera voluntad antes de morir.

MUJER
¡Quiero ser la primera!

CABALLERO
¡Concedido!

GREGORIO
(PAUSA) ¿Se acepta una petición lógica?

CABALLERO
(SECO) Sí.

GREGORIO
Lógicamente antes del uno está el cero. ¿Cierto?

CABALLERO
Sí…

GREGORIO
¿Y un cero solo significa algo?

CABALLERO
Nada.

GREGORIO
Entonces, ¿puedo tener el privilegio de ser el cero?

CABALLERO
(SIN PENSARLO) Concedido.

GREGORIO
(AVANZA HACIA LOS MALDITOS) ¡Corten mis ligaduras!

CABALLERO
(RÍE) ¡Es absurdo!

MONJE
(ESCUPE) Fue su última voluntad y se la concedisteis, Excelencia.

CABALLERO
Pero…

MONJE
Además, no podéis quedar mal ante vuestras legiones.

CORO DE MALDITOS
¡Así es, milord!

GREGORIO
(AL CABALLERO) ¡Mis ligaduras!

CABALLERO
¡Un momento! (PAUSA) ¿Quién es la única persona capaz de otorgar gracia a un condenado?

MONJE
(ESCUPE) El guía, jefe y lord.

CABALLERO
Bien. Su Excelencia, Gregorio Primero, abdicó anoche. ¿No es verdad?

MONJE
Sí, pero…

CABALLERO
(INTERRUMPE) La toma de posesión de Gregorio Segundo será en la Plaza Central. (A GREGORIO) ¡Hazme esa petición lógica entonces!

GREGORIO
Pero…

CABALLERO
¡En marcha!

Salen todos por derecha. Entra la MUJER con un carruajito de bebe por el mismo lado y se detiene en el centro de la escena. Entran los MALDITOS y se forman sobre la tarima. TRECE, CATORCE y CINCUENTISEIS, con gran esfuerzo, llegan en su complejo vehículo. El traste triangular permanecerá con su cara negra al frente. GREGORIO estará dentro del carruajito. Solo se verán sus piernas, balanceándose. La MUJER lo arrulla.

MUJER
Vamos, Gregorio. Calma, niño.

GREGORIO
¿Mamá?

MUJER
¿Sí?

GREGORIO
¿Cuándo nací?

MUJJER
No hace mucho, niño. ¡Duérmete!

GREGORIO
(BAJA DEL CARRUAJITO. LLEVA PAÑALES) ¿Y esas gentes?

MUJER
No hagas caso. Ven.

GREGORIO
(CAMINA CON PASO INSEGURO) No hace mucho nací. Me gustaba el vientre de mi madre. Cuando crezca volveré a él. (PAUSA) Allí siempre es oscuro, silencioso, tranquilo. (AL CABALLERO) ¿Quién eres?

CABALLERO
Soy tu padre.

GREGORIO
(SEÑALA A LOS TRES PRISIONEROS) ¿Y ellos?

CABALLERO
Tus hermanos.

GREGORIO
(A LOS MALDITOS) Ustedes deben ser mis amigos.

MUJER
Así es, niño. ¡Ven!

GREGORIO
No tengo por qué ir. Nací de ti, es cierto, pero ya no te pertenezco.

MUJER
Ven, niño. ¿Quieres tu lechita?

GREGORIO
¿Sabes lo que quiero..?

En ese momento, los MALDITOS empiezan a moverse eufóricamente. Martillo, serrucho, clavos. Cuelgan del traste triangular un dogal. GREGORIO se acercará más.

GREGORIO
¡Quiero ser hombre!

Todos ríen. Él sigue avanzando hacia el patíbulo. El CABALLERO le da la mano y coloca el dogal en su cuello. Las risas paran de golpe.

GREGORIO
Mamá, ¿me dejas ir?

MUJER
No, niño. ¡Ven!

CABALLERO
¿Quieres jugar a la gallina ciega, Gregorio?

GREGORIO
Sí.

CABALLERO
¿Quieres volver al vientre de tu madre?

GREGORIO
No. Creo que ya no deseo eso.

TRECE
(A CATORCE Y CINCUENTISEIS) ¡Vamos!

CATORCE
¡Yo quiero conducir!

CINCUENTISEIS
(SIN HACERLE CASO) ¡Vamos!

Los tres suben al complejo vehículo y salen, haciendo ruido de motor con la boca. CATORCE empuja. Los MALDITOS los siguen, en formación cerrada. Quedan sólo el CABALLERO, GREGORIO y la MUJER.

CABALLERO
Amaneció, Gregorio.

GREGORIO
Sí. ¡Ya hay luz!

MUJER
(INICIANDO MUTIS) ¡Dejé conectada la plancha..! ¡Si seré idiota! (SALE)

GREGORIO
(GRITA) ¡Mamá!

CABALLERO
(AVANZANDO) ¡Cállate!

GREGORIO
(ASUSTADO) Ella no es mi madre.

CABALLERO
¿Por qué la llamas, entonces?

GREGORIO
Es una mujer.

CABALLERO
(SE SIENTA EN LA TARIMA) ¿Quieres fumar?

GREGORIO
Dejé el vicio.

CABALLERO
(ENCIENDE UN CIGARRILLO) ¿Sabes, Gregorio? Debo irme.

GREGORIO
Sí, ya sé. ¡Quieres estar solo!

CABALLERO
Sí.

GREGORIO
¿Dónde vives?

CABALLERO
Por allí.

GREGORIO
¡Adiós!

CABALLERO
(DE PIE) Te veré luego.

GREGORIO
Sí.

CABALLERO
¡Hasta entonces!

El CABALLERO sale. GREGORIO queda inmóvil, con el dogal al cuello. La luz va subiendo de intensidad poco a poco, hasta que es de un magenta violento. GREGORIO sigue inmóvil. Bruscamente, la luz cambia a azul intenso. Entra la MUJER y se sienta en la tarima.

MUJER
Me llevaré todo, Gregorio.

GREGORIO
¿Por qué?

MUJER
Me hiciste daño al nacer.

GREGORIO
No eres mi madre.

MUJER
¿Qué importa?

GREGORIO
¿Me llevarás?

MUJER
Amaneció ya. Nada tiene importancia ahora.

GREGORIO
¡Tengo miedo a la luz!

MUJER
(LEVANTÁNDOSE) ¡Basta, Gregorio!

GREGORIO
¡Adiós, mujer!

Ella sale en silencio. La luz cambia nuevamente a magenta. Entran los MALDITOS, el MONJE, el CABALLERO y los tres prisioneros.

CORO DE MALDITOS
¡Todo está bajo control, milord!

GREGORIO
Bien.

MONJE
(ESCUPE) ¿Estás circuncidado?

GREGORIO
Tengo almorranas.

CABALLERO
¿Deseas algo?

GREGORIO
¡Irme a la m…!

CORO DE MALDITOS
(INTERRUMPE RAPIDAMENTE) ¡Los cables de la luz y la radio ya están bien, milord!

GREGORIO
¡Magnífico!

TRECE
¡Quiero volver a mi celda!

CINCUENTISEIS
¡Yo conduciré!

CATORCE
¿Desea alguien que lo llevemos?

MONJE
(ESCUPE) ¿Pasáis por allí?

TRECE
Quizá no.

GREGORIO
¿Dónde diablos está ella?

CABALLERO
¿Qué pasó con todos?

MONJE
(ESCUPE) In nomine patri et fillii et spiritus sancti… (SE SUBE AL COMPLEJO VEHICULO DE LOS PRISIONEROS)

CORO DE MALDITOS
¡Y se hizo la luz!

GREGORIO
¡¿Quieren quitarme esta porquería del cuello?!

A la petición de GREGORIO, todos salen rápidamente en distintas direcciones. Los tres prisioneros y el MONJE, haciendo mucho ruido de motor con la boca. GREGORIO queda nuevamente solo. La luz baja.

GREGORIO
(AUN CON EL DOGAL AL CUELLO. INMÓVIL) Yo nací alguna vez. Lo recuerdo… ¡Nada más!

        La luz cae de golpe.

        TELÓN.





ACTO TERCERO: PRIMER CUADRO, MIL AÑOS ATRÁS.

En la tarima, sentados espalda contra espalda, están GREGORIO y la MUJER, inmóviles. Sobre la cara negra del traste triangular, vemos la estructura de un árbol frondoso y milenario. De entre el follaje se filtra la luz de la luna. El CABALLERO se pasea por la escena. Lleva un cuerno en la mano a manera de batón. La iluminación general deberá dar la idea de ausencia total del color, aprovechándose el fuerte contraste de luz y sombra y los medios tonos. Entran en fila india los MALDITOS y hacen un círculo alrededor de la pareja. Todos vestirán de negro. El CABALLERO se acerca.

CABALLERO
¡Atención, malditos, cierren el círculo! ¡No deberá entrar ni una mosca!

        Los MALDITOS se toman de las manos, cerrando el círculo.

GREGORIO
(PONIÉNDOSE DE PIE) No sé por qué vine. Mi razón se negaba.

CABALLERO
Estás aquí Eso importa.

GREGORIO
¡Levántate, mujer!

MJUJER
(PONIÉNDOSE DE PIE) ¡Vámonos, Gregorio!

CABALLERO
¡Jamás podrán cruzar el círculo!

GREGORIO
(TRATA INUTILMENTE DE CRUZAR LA BARRERA) ¡Queremos irnos!

CABALLERO
¿A dónde? (RÍE) No podrían escapar. ¡Los atraparíamos inmediatamente!

GREGORIO
Calma, mujer. ¡Esperemos!

Los MALDITOS se sientan, conservando el círculo. El CABALLERO se pasea por la escena. GREGORIO y la MUJER observan.

CABALLERO
(DETENIÉNDOSE) Esto no es un tribunal. No somos jueces ni jurado.

GREGORIO
No comprendo.

CABALLERO
Ya comprenderás. Al final.

MUJER
¡Tengo frío!

CABALLERO
(ORDENA) Atención, malditos. ¡Informen!

MALDITO UNO
(DE PIE) ¡Se hizo la luz!

MALDITO DOS
(ÍDEM) Todos fuimos testigos. Pasó durante siete días y siete noches.

MALDITO TRES
(ÍDEM) La espera fue larga. Entonces los vimos…

MALDITO CUATRO
(ÍDEM) Sus cuerpos se entrelazaban… (CON ASCO) ¡Creo que se aman!

MALDITO CINCO
(ÍDEM) Di vuelta al contenido de mi olla de alquimista por lo menos mil veces, y siempre la misma respuesta.

MALDITO SEIS
(ÍDEM) Parecían transportados. En otra dimensión.

MALDITO SIETE
(ÍDEM) Él se quedó  enroscado como un cerdo. ¡Roncando!

CABALLERO
¡Basta! ¡Esto no es un campo de veraneo! ¡No vamos a estar parloteando como señoras todo el tiempo!

Los MALDITOS caminan hacia atrás ampliando el círculo, hasta que se convierte en una “U” con la boca abierta al público para que sean visibles GREGORIO y la MUJER.

GREGORIO
Sé que te irás.

MUJER
Cuando llegue el momento.

GREGORIO
¿Tienes que hacerlo?

MUJER
Sí. Y no puedes impedirlo.

GREGORIO
Lo sé. (PAUSA. AL CABALLERO) ¡Acabemos de una vez!

CABALLERO
Así sea. (A LOS MALDITOS) ¡Traigan las cosas!

Los MALDITOS salen. Vuelven inmediatamente con una túnica blanca que se pone GREGORIO y una púrpura para la MUJER. Un traste circular -el ara-, que colocan a la izquierda, adelante. Un candelabro con tres cirios encendidos y un gran libro de pastas negras. Finalmente, encadenados, arrastran a los TRES SERES. Estos últimos traen la cara y manos embadurnadas de hollín. Colocan el candelabro cerca del ara. Entregan el libro a GREGORIO.

CABALLERO
(MIENTRAS SE EFECTUNA LAS OPERACIONES DESCRITAS ANTERIORMENTE) Coloquen aquí el ara… ¡Los cirios que no se apaguen! (PAUSA) Esos seres déjenlos en un rincón… ¡El libro a Gregorio! (PAUSA) Bien… ¡A sus sitios, malditos! (TODOS FORMAN LA GRAN “U”) ¿Ven esas cosas? (SEÑALA A LOS TRES SERES)

GREGORIO
¡Son nuestros padres..!

MUJER
¡Nuestros hermanos, nuestros amigos!

CABALLERO
Veo que los reconocen.

MUJER
¿Qué van a hacerles?

VCABALLERO
Ustedes mismos se encargarán de decidir su suerte.

GREGORIO
¡No comprendo!

CABALLERO
¿No? (PAUSA. ORDENA) ¡Atención, malditos, estamos aquí reunidos para que se haga la luz! (PAUSA) Ustedes han sido escogidos por sus reconocidos méritos intelectuales y creativos…

GREGORIO    
¿Quiénes son ellos?

CABALLERO
Los Sabios de Grecia o los Siete Pecados Capitales. ¿Qué más da?

GREGORIO
¡O los siete pelos del diablo!

CABALLERO
(RÍE DIVERTIDO) ¡Cualquier diría que estamos en el cráter mismo del Vesubio!

MUJER
¡Tengo frío, Gregorio!

GREGORIO
¡Cállate, mujer!

CABALLERO
(ORDENA) ¡Atención, malditos; informen!

MALDITO UNO
Estoy fatigado, milord. Siete días con sus noches de vigilia… ¡Todo ha concluido!

MALDITO DOS
Les brindé mi casa. Probaron la fruta prohibida y fueron expulsados. ¡No más alma inmortal!

MALDITO TRES
Les di cobijo, pero deseaban irse…

MALDITO CUATRO
Llegaron hasta mis dominios. ¡Quién sabe qué esperaban, esto no es un hotel!

MALDITO CINCO
Tocaron a mi puerta. Agotados. Desesperados. Se durmieron enseguida, pero no tuvieron paz en toda la noche. Sufrían. Los dos eran perseguidos incansablemente en el astral.

MALDITO SEIS
Y así, llegaron a mi dimensión. Creo que están muertos…

MALDITO SIETE
(SEÑALA A GREGORIO) ¡Él reencarnó en un cerdo que ronca!

GREGORIO
¡Basta!

MUJER
¡Tengo frío!

GREGORIO
(AVANZA HACIA EL CABALLERO) ¡No soporto más esta sarta de estupideces!

CABALLERO
(A GREGORIO) Abre el libro. Página primera.

GREGORIO
(LO HACE) ¡Es mi letra!

CABALLERO
Lee… Al principio.

GREGORIO
(LEE) “Al principio no había nada. La oscuridad y el silencio eran totales. Con la llegada de la luz nació el amor… (TRANS.) ¿Y esto qué tiene que ver? ¡No comprendo nada!

CABALLERO
¡Lee, en la página final!

GREGORIO
(BUSCA Y LEE) “…y aquí estoy, al cabo de la calle, envuelto en la total oscuridad.” (CIERRA EL LIBRO) ¡Sigo sin comprender!

MUJER
¡Tengo frío, Gregorio!

GREGORIO
(AL CABALLERO) ¡Exijo una explicación a esta farsa!

CABALLERO
(LE ARREBATA EL LIBRO Y LO QUEMA CON LA LLAMA DE LOS CIRIOS) Nunca has existido realmente, Gregorio… La única prueba de o que nunca sucedió es este libro. En él quedaron grabadas todas tus ilusiones. (LO COLOCA EN EL RECIPIENTE QUE ESTARÁ SOBRE EL ARA) Tus palabras se transformarán en cenizas y se remontarán al infinito, a la nada, ¿qué importa?

GREGORIO
¡Sigo sin comprender! (A ELLA) ¡Vamos! (INICIAN MUTIS)

CABALLERO
¿No quieren llegar hasta el final?

MUJJER
(CARIÑOSA) Vamos, Gregorio. Nuestro lecho espera. (SALEN)

CABALLERO
(ORDENA) ¡Malditos, traigan a esos!

Los MALDITOS arrastran a los TRES SERES y los colocan arrodillados con la cabeza sobre el ara. La luz deberá estar de forma tal que recorte las figuras. Ningún detalle, excepto la luna y los cirios, deberá distraer la atención.

MALDITO UNO
Tenemos aquí a nuestros padres para juzgarlos.

MALDITO DOS
En sueños los hemos matado tantas veces.

MALDITO TRES
No tenemos ninguna obligación de amarlos.

MALDITO CUATRO
Ni de odiarlos.

MALDITO CINCO
¿Para qué están aquí entonces?

MALDITO SEIS
Será para pagar el habernos dado la vida.

MALDITO SIETE
¿Con la muerte?

CABALLERO
El buscar en el contenido de la olla la respuesta, nos hace cavilar en otras preguntas. ¡No se responde con preguntas!

MALDITO UNO
(CANTANDO) Y se hizo la luz…

MALDITO DOS
(ÍDEM) Y todo fue luz, mas quedaron las sombras.

MALDITO TRES
(ÍDEM) Y las sombras resultaron también de la luz.

CABALLERO
(ÍDEM) Entonces, ¿dónde estaba la luz cuando todo era sombras?

MALDITO CUATRO
(ÍDEM)¡Responde a eso, oh, jefe; oh, guía; oh, lord..!

CABALLERO
(RÍE) ¡Oh, malditos! ¿No les basta con tener aquí a sus padres?

MALDITO CINCO
(HABLA) Tenemos el poder de la palabra o el verbo o la voz.

MALDITO SEIS
(ÍDEM) La razón y el entendimiento están de nuestra parte.

MALDITO SIETE
(ÍDEM) Pero eso no basta. ¡Necesitamos amor!

CABALLERO
(RÍE) ¡Amor..!

MALDITO UNO
Caerán sus cabezas.

MALDITO DOS
Serán ensartadas en estacas.

MALDITO TRES
Recorrerán así todos los puntos cardinales.

MALDITO CUATRO
Se remontarán al infinito.

MALDITO CINCO
Su sangre regará el sendero y crecerán flores.

MALDITO SEIS
¡Con espinas!

MALDITO SIETE
No importa. ¡Las podaremos una y mil veces!

CABALLERO
Todo es inútil, volverán a crecer. (PAUSA) ¡Cuando haya luz, prepararemos todo para que caigan las cabezas en la oscuridad!

GREGORIO y la MUJER entran a escena. Traen aun las túnicas puestas. Suben a la tarima, al pie del árbol. Todos quedan inmóviles y silenciosos.

GREGORIO
Cuando pierda la fe en los hombres, en la suerte, en la vida misma, quedará mi fe en ti…

MUJER
¡Tengo frío, Gregorio!

GREGORIO
Es en lo que creo.

MUJER
El momento ha llegado. ¡Acabemos de una vez!

GREGORIO
¿Darás tú el golpe?

MUJER
Soy débil, Gregorio.

GREGORIO
(ABRE LOS BRAZOS EN CRUZ) ¡Quiero que seas tú!

CABALLERO
(ORDENA) ¡Atención, malditos; fuera!

Salen los MALDITOS por derecha. GREGORIO queda en el centro de la tarima, con los brazos en cruz. La MUJER camina hacia los TRES SERES, quienes esperan inmóviles con la cabeza en el ara. El CABALLERO la ayudará a subir sobre el traste circular y se retirará hasta un rincón. Ella levanta los brazos y los deja caer con violencia. Los TRES SERES ruedan por el suelo y quedan inmóviles. El CABALLERO le ofrece el brazo para que baje y salen presurosos de la escena. GREGORIO baja lentamente y camina hacia los TRES SERES.

GREGORIO
(ESCUPE) ¡Mierda!

        Vuelve a escupir

      BLACK OUT





ACTO TERCERO: CUADRO SEGUNDO, LA PLAZA CENTRAL DE LA METRÓPOLI, AL AMANECER DE HOY.

Al entrar la luz, vemos sobre la cara negra del traste triangular la horca. Sentado en la tarima está GREGORIO, viejecito mendigo y paria. La estructura que simula el árbol frondoso del cuadro anterior, se encuentra abajo, a la derecha; y al pie de éste, el trono de Su Excelencia.

GREGORIO
(TOSE) ¿Amanece ya..? (PAUSA) Sí. Debe ser eso. Mis huesos anuncian el nuevo día con la precisión de… ¿Cómo se llama…? Bueno, eso. (SE AGACHA A RECOGER UNA COLILLA) ¡Ay, esta cintura acabará por partirme en dos..! (ENCIUENDE LA COLILLA. ASPIRA CON PLACER) ¿Qué día es hoy? (PAUSA. OBSERVA) Veo gran animación por todos lados… (SONRÍE) ¡Ah, los muchachos..! Recuerdo que en mis tiempos…

Es interrumpido por los MALDITOS que, bordón en mano, entran y se cuadran sobre la tarima, a la par del traste triangular. GREGORIO se sienta rápidamente en un banquito. Entran el CABALLERO, los EMBAJADORES ROJO y AZUL, la MUJER, el MONJE. El CABALLERO se sienta en el trono y los EMBAJADORES y el MONJE se colocan de pie, atrás. La MUJER se sienta en un banco, al lado de GREGORIO.

OFICIAL MALDITO
(ORDENA) ¡Atención, malditos… Presenten armas!

Los MALDITOS, al unísono y con un grito -a la manera del grito de Karate-, mueven la pierna izquierda y levantan en bordón. Quedan atentos.

CABALLERO
(SIN MOVERSE) ¡Procedamos!

OFICIAL MALDITO
¡Atentos, malditos… Descanso!

        Los MALDITOS obedecen y vuelven a su posición inicial.

MONJE
(AVANZA HACIA LA TARIMA. AMANERADO) Es para mí un honor, ser el portavoz de mi grey… (PAUSA. ESCUPE. SUBE) En esta hermosa mañana, celebraremos la toma de posesión de Su Excelencia, Gregorio el Segundo, como guía, jefe y lord de esta bienamada ciudad. (SE INCLINA HACIA ÉL. TODOS IMITAN) Me siento profundamente emocionado. Nunca antes había tenido la oportunidad de coronar a un monarca… (APLAUSOS DESGANADOS DE LA CONCUERRENCIA) ¡Procederemos después del prólogo! (PAUSA) Ahora, si me o permitís, milord, iré con los condenados para consolarlos.

CABALLERO
(CON UN GESTO) ¡Id!

El MONJE sale. El CABALLERO y los EMBAJADORES     se quedan completamente inmóviles durante la siguiente escena.

MUJER
(A GREGORIO) ¿Cómo te va, anciano?

GREGORIO
Mal, mujer; muy mal.

MUJER
¿Tienes sed, hambre, cansancio, sueño..?

GREGORIO
No…

MUJER
¿Sabes? Me gusta estar contigo.

GREGORIO
Sí, y te lo agradezco.

MUJER
Que te amo…

GREGORIO
Lo sé, mujer.

MUJER
Pero no puedo quedarme. ¿Comprendes eso?

GREGORIO
Creo que sí.

MUJER    
No puedo encadenarme a un inútil.

GREGORIO
Lo comprendo, mujer.

MUJER
(SE LEVANTA) Gregorio, mi viejo amigo, debo irme.

GREGORIO
Ve con Dios, mujer.

MUJER
¿Vendrás a verme?

GREGORIO
(SE LEVANTA TRABAJOSAMENTE) Sí, cada noche.

MUJER
¡Adiós!


Ella sale por izquierda. GREGORIO hace el intento de seguirla, pero al ver una colilla en el suelo, se agacha y la recoge. Se busca fósforos infructuosamente. Se dirige al CABALLERO.

GREGORIO
¿Tiene un fósforo, señor?

Los EMBAJADORES, automáticamente, extienden el brazo con sendos encendedores. GREGORIO se quema la nariz y sale refunfuñando por derecha.

CABALLERO
(LEVANTÁNDOSE DE SU TRONO) ¡Hermosa mañana!

EMBAJADOR AZUL
¡Ciertamente, milord!

EMBAJADOR ROJO
(COMO EN ECO) ¡Hermosa mañana!

CABALLERO
Lo único que deseo realmente, es que pase pronto el día para poder descansar…

EMBAJADOR ROJO
Después de vuestra toma de posesión, debo volar a mi país. Nuestro Líder Máximo debe darme instrucciones sumamente confidenciales, y…

CABALLERO
(INTERRUMPE) ¡Por mí, podéis iros ahora mismo!

EMBAJADOR AZUL
Excelencia, es pura fórmula… Yo también debo volar. En un sobre lacrado, top-secret, recibiréis el reconocimiento de mi país, y…

CABALLERO
¡No me interesa!

En ese momento entran a escena GREGORIO y la MUJER con los brazos atados a la espalda. Los sigue el MONJE con un gran libro en la mano y un dogal en la otra, a manera de rosario. Hace una reverencia al CABALLERO.

MONJE
(ESCUPE) In nomine patri et fillii et spiritus sancti…

CABALLERO
¡Procedamos!

MONJE
(ESCUPE) Bien, Excelencia. (AVANZA HACIA GREGORIO Y LA MUJER) Como prólogo obligado a vuestra coronación, tenemos la ejecución de estos… 9LEVANTA EL DOGAL) ¡He rogado por sus almas..! (AL CABALLERO) ¡Podéis acabar de una vez!

CABALLERO
(PONIÉNDOSE DE PIE. A GREGORIO Y LA MUJER) Hijos míos, estoy muy satisfecho de vosotros. ¡Habéis crecido! (PAUSA. A LOS EMBAJADORES) Parece que fue ayer cuando jugueteaban sobre vuestras rodillas… ¿Recordáis? (ELLOS ASIENTEN) ¡Es hermoso..! (PAUSA. A GREGORIO) Aun conservo un rizo de tus cabellos rubios… (A LA MUJER) Tu madre siempre quiso conservar la horrible muñeca de trapo que…

Hace una señal a los MALDITOS, chasqueando los dedos. Estos cierran el círculo alrededor de los condenados. Se escucharán dos ruidos secos, algo así como reglas de madera al quebrarse. El CABALLERO vuelve al trono. El círculo de MALDITOS no permite ver nada en el interior.

MONJE
(ENTREGA EL LIBRO AL CABALLERO) En este libro está toda la sabiduría. Es un compendio ilustrado de los Mayores Fracasos en la Historia de la Humanidad.

CABALLERO
(TOMA EL LIBRO Y SE SIENTA SOBRE ÉL) ¡Gracias! (A LOS MALDITOS) ¡Dejen ver, malditos; dejen ver!

Los MALDITOS abren el círculo y se colocan en la posición inicial. GREGORIO y la MUJER estarán sentados espalda contra espalda. El CABALLERO avanza hacia ellos con curiosidad.

CABALLERO
Pero no se mueven. ¡No pasa nada!

Todos, exceptuando al CABALLERO y el MONJE, giran para quedar de espaldas al público.

MONJE
Todo ha concluido, Excelencia.

Se escucha una fuerte explosión. Por la izquierda, tripulando su complejo vehículo, aparecen CATORCE, TRECE y CINCUENTISEIS. Se dirigen al CABALLERO.

TRECE
¡Hemos venido a la velocidad del rayo, milord!

CATORCE
¡Algo anda mal!

CINCUENTISEIS
¡Acaban de dinamitar la Central de Energía Eléctrica!

Cae la luz. Quedará únicamente un reflector blanco sobre GREGORIO, quien se ha puesto de pie.

GREGORIO
Yo nací alguna vez. Lo recuerdo… ¡Nada más!

Queda inmóvil. Fondo musical con los cantos: “Y se hizo la luz…” que van subiendo de volumen.

TELON











    
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